Las cinco frecuencias del Avril que prometió Puente no llegarán al menos hasta agosto

A los retrasos en la entrega de los trenes se sumará el corte de 4 vías en Chamartín que obligará a reducir los servicios

La Delegación del Gobierno rechaza compensar a Galicia

El ministro de Transportes, Óscar Puente (d.)
en su viaje de pruebas con los Avril.   | // @OSCAR_PUENTE_

El ministro de Transportes, Óscar Puente (d.) en su viaje de pruebas con los Avril. | // @OSCAR_PUENTE_ / Víctor P. Currás

Víctor P. Currás

Ni por Reyes, ni por Semana Santa y prácticamente ni siquiera para verano. La llegada de los trenes Avril a A Coruña no estará condicionada solamente por los retrasos por parte de Talgo en la entrega de los convoyes, sino que la operativa estará reducida como mínimo hasta el 31 de julio debido a las obras de mejora en Madrid. Distintas fuentes ferroviarias de Adif y Renfe han confirmado que desde el 8 de abril la estación de Chamartín sufrirá el corte de cuatro vías dentro de la profunda reforma que se está ejecutando en ella, por lo que las operaciones tendrán que reducirse un 30% en una terminal que acoge los servicios comerciales a Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, Comunidad Valencia y Murcia. De esta forma, no será posible poner en marcha en A Coruña las cinco frecuencias diarias por sentido —4 de AVE y 1 de Avlo frente a los 4 Alvia actuales— que el ministro de Transportes, Óscar Puente, anunció el 5 de enero en la estación de Urzáiz (Vigo) junto a los Reyes Magos y la Cartera Real.

Esta espera de casi medio año —siempre y cuando las obras en Chamartín no sufran nuevas incidencias— se suma al doble incumplimiento que avanzó este diario en las últimas semanas. Primero, que los trenes de la serie 106 no estarían en servicio en el primer trimestre del año y después, que sus billetes no saldrían a la venta el pasado viernes 1 de marzo. Desde entonces, el ministro ha guardado silencio sobre esta polémica mientras realizaba viajes oficiales a los países bálticos o Marruecos en medio de la tormenta política del caso Koldo.

La puesta en servicio de la nueva oferta comercial de Renfe para Galicia, además del incremento de frecuencias, se traducirá en una rebaja de tiempos (37 minutos menos hasta las 3:35 para el mejor tiempo) y un incremento del 135% en las plazas ofertadas al pasar de las 811.925 actuales a 1.909.788 al año. De hecho, ésta sería la única de las variables anunciadas por el Ministerio de Transportes que podría llegarse a cumplir. Si bien el corte de cuatro vías en Chamartín obligará a reducir el número de salidas y llegadas a sus andenes, la solución actualmente encima de la mesa pasaría por un imaginativo pero conocido recurso: los “siameses”.

Hasta la puesta en marcha del Plan Galicia 2016, los trenes que unían la comunidad con Madrid se acoplaban a su llegada a Ourense o Monforte de Lemos antes de continuar su viaje hacia la Meseta. De esta manera, esta operativa se repetiría con los Alvia circulando en doble composición desde Chamartín hasta estaciones intermedias como Segovia-Guiomar (donde podrían desacoplarse también los que continúan hacia el norte peninsular), Medina del Campo AV, Zamora o la propia Ourense. Este remedio implicaría unas pausas de unos 15 minutos para las maniobras de acople y desacople, además de las dudas técnicas que plantea su fiabilidad.

Sin compensación y pagando

Mientras tanto, los retrasos en la puesta en servicio de los Avril siguen marcando parte de la agenda política en la comunidad. El delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, descartó este martes algún tipo de compensación tal y como pide la Xunta tras la carta enviada el lunes por la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, a Óscar Puente, pidiéndole, entre otras cosas, medidas para compensar a los gallegos por este atraso.

Sin embargo, ha descartado que esta compensación pueda dirigirse también a Galicia, toda vez que no es parte de este contrato, y que “no existe” un modo de compensación de “un daño genérico”. “No veo exactamente cual es ese daño real, más que ese mal a los ciudadanos que está atrasando la posibilidad de poder viajar en ellas”, ha dicho Blanco al referirse a este como un “daño moral”.

A su vez, el portavoz del BNG en el Congreso, Néstor Rego, y la senadora nacionalista, Carme Da Silva, han presentado sendas iniciativas parlamentarias para reclamar a Renfe que revise cuanto antes las “abusivas tarifas” de los trenes Alvia a Galicia ya que estos precios “experimentaron unos incrementos desmesurados” en los días de Semana Santa y en fines de semana tras el retraso de los Avril.

Aprobado por 38 millones el ‘by-pass’ de Olmedo que unirá Galicia y Euskadi

A la espera de los nuevos trenes, el Gobierno continúa tratando de acabar con la radialidad de la red de Alta Velocidad. El Consejo de Ministros autorizó ayer al Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible a licitar, a través de Adif AV, la construcción de la plataforma ferroviaria del by-pass de Olmedo por 38,4 millones de euros (IVA no incluido), en la provincia de Valladolid. Esta nueva infraestructura, conocida como la U de Olmedo, consiste en un enlace de 8,2 km entre las líneas de alta velocidad Madrid-Valladolid y Madrid-Galicia, que hará posible los viajes transversales en alta velocidad por la mitad norte del país, sin necesidad de pasar por Madrid. En concreto, conectará directamente Galicia con Valladolid y, desde esta ciudad, con otras capitales de Castilla y León, Cantabria, País Vasco o Cataluña. En concreto, con la aprobación de hoy, se da luz verde a construir el trazado de terreno y estructuras de esta nueva conexión, sobre el que, posteriormente, se tenderán las vías y los equipos de electrificación, señalización y comunicaciones. Este ramal avanza así con su tramitación dos años después de que Adif adjudicara la redacción del proyecto básico con un presupuesto de 705.292,33 euros permitiendo velocidades constantes superiores a los 220 km/h. A su vez, actualizó el proyecto redactado en 2012 y desarrolla el Estudio Informativo “Corredor norte-noroeste de alta velocidad. Enlaces de las líneas de alta velocidad Madrid-Valladolid y Madrid-Galicia”, aprobado en 2005. Sin embargo, durante la crisis económica se dejó en un cajón durante años, impidiendo que pudiera estar listo antes de la llegada del AVE a Galicia. La construcción de esta infraestructura —de escasa complejidad y con un plazo de unos 3 años— se acompasará con las nuevas líneas entre Burgos y Vitoria o la Y Vasca. De esta manera, el tiempo de viaje hasta la frontera francesa quedaría reducido a unas cinco horas.

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