La nieve congela Galicia y corta el tráfico en la A-6 y A-52

Las abundantes lluvias garantizan el abastecimiento en verano

Un camión se salió ayer de la vía en la A-52 a a su paso por A Gudiña, sentido Porriño | .  // CEDIDA

Un camión se salió ayer de la vía en la A-52 a a su paso por A Gudiña, sentido Porriño | . // CEDIDA / REDACCIÓN

REDACCIÓN

La borrasca que atraviesa Galicia ha devuelto a la comunidad al crudo invierno con mucho frío, nieve, fuertes precipitaciones y vientos intensos. Las consecuencias más importantes de este fuerte temporal se hicieron notar en las provincias del interior. La nieve, que continuará hoy a partir de los 500 metros de altura en la frontera de Lugo y Ourense con Asturias y Castilla-León, obligó ayer por la mañana a cortar durante unas horas la A-6 a su paso por Pedrafita do Cebreiro, al igual que desde El Bierzo hasta Vega de Valcarce para el tráfico general.

En el caso de la A-52 por A Mezquita se prohibió el tránsito de camiones y transportes pesados. A las doce del mediodía, se reanudó el tráfico, aunque con precauciones en una jornada con temperaturas de frío extremo. Menos cuatro grados en Cabeza de Manzaneda y en A Veiga (Ourense).

La nieve también impidió a 799 alumnos asistir a sus colegios e institutos en las provincias de Lugo y Ourense. Ocho centros suspendieron las clases y en 23 faltaron estudiantes. La provincia de Ourense fue la más afectada con 571 menores que se quedaron sin clase, frente a los 228 de Lugo.

La circulación en la Autovía del Noroeste quedó cortada por completo a causa de la nevada a las diez de la mañana, en ambos sentidos de la circulación, aunque quedó restablecida una hora después, según informó el Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Lugo. La restricción para la circulación de camiones estuvo restringida hasta las 14.15 horas, por lo que Tráfico desvió a estos vehículos pesados a zonas seguras para evitar riesgos y facilitar el trabajo del dispositivo de vialidad invernal.

El tráfico pesado tampoco pudo circular temporalmente entre los kilómetros 0 y 20 de la LU-633, entre Pedrafita y Queixadoiro, también afectada por la meteorología adversa.

El alcalde de Pedrafita, José Luis Raposo, mostró su preocupación por hoy, pues la previsión del tiempo es incluso “peor”. Tampoco pudieron circular los camiones de forma temporal.

Por su parte, la Guardia Civil de Ourense notificó que, en la autovía A-52, en A Mezquita y Riós, se fijó nivel amarillo de circulación por la presencia de máquinas quitanieves y, dados los problemas de circulación en la provincia de Zamora, se llevó a cabo un dispositivo de embolsamiento de tráfico pesado a primera hora de la mañana. Es decir, se les dirigió a una zona de descanso mientras no mejoraban las condiciones climatológicas. Además, hubo maquinaria trabajando entre los kilómetros 170 y 178 en los términos municipales de Monterrei y Cualedro.

En el resto de carreteras de la provincia, hubo máquinas quitanieves para facilitar la circulación y se pidió a los conductores la máxima precaución.

La circulación también quedó interrumpida ayer por la mañana en la LU-530, la carretera autonómica que comunica Lugo con A Fonsagrada, a la altura del lugar de A Esperela. La medida se tomó después de que un camionero llamase al 112 para comunicar que no podía proseguir su ruta.

MeteoGalicia prevé para este fin de semana una situación climatológica “muy complicada”, con “niebla, nieve y granizo”, por lo que pide “extremar las precauciones” en los desplazamientos por carretera.

Este invierno, el cuarto más cálido de la serie histórica

El último invierno climatológico en Galicia, que se cerró con el final del mes de febrero, fue cálido y húmedo, según los datos de MeteoGalicia, que recogen que la temperatura media fue la cuarta más alta de la serie histórica, iniciada en 1961, y la cantidad de precipitaciones se situó un 18% por encima de lo habitual en este periodo. Así lo avanzó ayer la vicepresidenta segunda en funciones de la Xunta, Ángeles Vázquez, durante una visita a la sede de MeteoGalicia en Santiago para hablar del balance climático del invierno, correspondiente a los meses de diciembre, enero y febrero. La conselleira de Medio Ambiente en funciones apuntó que enero y febrero fueron meses “especialmente calurosos”, lo que situó la temperatura de este invierno, con una media de 10 grados, un grado y medio por encima de la media histórica.

Enero fue, de hecho, el primer mes del año más caluroso en 58 años. La media de las mínimas, informa MeteoGalicia, se situó en 5,2 grados, 1,8 grados por encima de lo habitual en el invierno gallego; y las máximas se ubicaron en 12,7 grados, 1,2 grados por encima de la media. El registro más frío fue el 18 de diciembre en Baltar (Ourense), con -8,1 grados, y el más cálido también en Ourense, en Leiro, con 26,6 grados el 14 de febrero. En cuanto a las precipitaciones, el invierno fue húmedo, especialmente por el alto volumen de precipitaciones de febrero. En total, se registraron 522 litros por metro cuadrado en datos acumulados, un 18% superior a lo habitual. Mientras las lluvias de diciembre y enero estuvieron dentro de la normalidad, el mes pasado se caracterizó por precipitaciones muy superiores a la media, de 196 litros por metro cuadrado, un 64% por encima del valor climatológico de esta estación. La cifra más alta fue en Lousame, con 1.400 litros de lluvia por metro cuadrado. Esta situación garantiza las reservas de agua en la comunidad de cara al verano, donde no se prevén “problemas de abastecimiento”.

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