Numerosos vecinos se desplazaron ayer hasta la localidad de Lorbé para disfrutar de la clásica mejillonada. Es la tradición. La fiesta gastronómica comenzó ayer pasadas las seis de la tarde y se prolongó hasta bien entrada la madrugada.

Después del banquete, los asistentes disfrutaron de una ración de música y verbena al aire libre. La orquesta Olympus fue la encargada de amenizar la tarde y la noche. La banda tenía preparado un animado repertorio para entretener a los vecinos de Lorbé y a todos los asistentes a esta tradicional degustación de mejillones.