La defensa por unas buenas, pero tranquilas fiestas va extendiéndose por el municipio de Oleiros. Si Lorbé ha apostado este año por unas orquestas menos conocidas y recuperar un espíritu más familiar después de los altercados y detenciones del año pasado, vecinos de Mera también han trasladado multitud de quejas al Concello por los numerosos actos vandálicos ocurridos en la noche del último día de verbena de las fiestas de Santa Ana, el pasado miércoles.

"Hubo robos en coches, rotura de cristales, daños en el patrimonio público. Toda la carretera arriba hacia Mera, un montón de destrozos, daños en contenedores...", declaró ayer el alcalde, Ángel García Seoane.

Ante esta situación, el regidor ya anunció que al pasar todos los festejos de verano, a finales de septiembre, reunirá a todas las comisiones de fiestas para "pensar" en lo que va a hacer el año que viene, "si se autorizan este tipo de orquestas", en referencia a "dos o tres" que arrastran un público que causa daños a vecinos y al erario público. "Yo soy músico, estuve muchos años actuando por muchos sitios y nunca vi estas barbaries", apuntó García Seoane, quien aseguró que son jóvenes "de fuera, de la comarca", porque los de Oleiros son educados y respetan su municipio. Lorbé el año pasado registró varias peleas y detenidos de madrugada, en la actuación de las orquestas, y también muchos actos vandálicos como rotura de contadores de las casas.

Esto que está sucediendo en muchos concellos, asociado a algunas grandes orquestas con legiones de fans pero sin que estas tengan culpa alguna, ha empezado a preocupar a comisiones y a Gobiernos.