La Consellería de Medio Ambiente publicó ayer la resolución por la que se formula el informe de impacto ambiental del proyecto de la planta de valorización y almacenamiento de residuos industriales en Santa Icía que promueve Gestión Maracaná Galicia (Gesmaga). Como ya informó este diario, la Xunta ha resuelto que el proyecto se someta al procedimiento de evaluación de impacto ambiental ordinaria, lo que en la práctica supone un estudio más completo que el que presentó para obtener luz verde de Medio Ambiente.

El departamento autonómico que dirige Beatriz Mato ya había avanzado que exigiría a los promotores que defendiesen la ubicación escogida y que aportasen más datos sobre la actuación dado que podía producir "impactos adversos significativos". En su resolución, la Xunta incide en el "fuerte rechazo social" a esta planta, a la que alegaron vecinos de Morás, Novo Mesoiro, Elviña, agrupaciones ecologistas y partidos políticos como BNG o Marea Atlántica. El insuficiente estudio de las alternativas, la proximidad a los núcleos de población, la insuficiencia de las medidas correctoras, la incompatibilidad urbanística fueron algunos de los motivos alegados contra el proyecto.

La Dirección Xeral de Calidade Ambiental comparte las dudas sobre el plan que promueve Gesmaga. En su resolución, y en base a las conclusiones del Instituto de Estudos do Territorio, recomienda que "se valoren otras alternativas de ubicación", "preferentemente su traslado a un polígono industrial" y plantea una serie de medidas correctoras que debería cumplir en el emplazamiento escogido. En la misma línea, la Dirección Xeral do Patrimonio Natural insta a "completar el análisis de la flora y fauna amenazada", a describir con más detalle los sistemas de gestión de pluviales y residuales, a ahondar en el análisis de afección por polvo y ruido y a "definir con claridad las operaciones programadas".

La Xunta destaca que el entorno escogido para emplazar la planta es agrícola y forestal y que podría afectar a un hábitat natural de interés comunitario. Destaca además que los promotores prevén que las instalaciones se ubiquen a menos de cien metros de un regato, afectando a su zona de policía.

La Consellería de Medio Ambiente advierte que el núcleo de población más próximo se sitúa a 750 metros al sur del ámbito y que la puesta en marcha de la planta podría provocar ruidos y emisiones de polvo durante los procesos de trituración. Aunque considera que no es previsible que los ruidos supongan un impacto significativo, que el tránsito de vehículos pesados podría afectar a las viviendas situadas en las pistas de acceso al centro, principalmente por vibraciones y por las emisiones de polvo.