La nueva ley de bienestar animal entrará en vigor en enero del próximo año y los concellos del área reclaman a la Xunta que dote económicamente la normativa para que puedan aplicarse las medidas novedosas recogidas en el texto, como el sacrificio cero de perros y gatos abandonados o o la prohibición del encadenamiento continuado.

Varios concellos de la comarca, como Cambre o Bergondo, aprobaron ayer en pleno una moción de Libera para instar a la Xunta que dote de medios económicos y técnicos suficientes la nueva ley. Otros concellos, como Betanzos y Sada tienen previsto elevar también a pleno la petición y el de A Coruña ya lo hizo el pasado junio. El asunto llegará a pleno del Consorcio As Mariñas a través del Ayuntamiento cambrés, que pedirá consensuar una postura común entre los nueve municipios agrupados en el ente.

Los concellos no ocultan su preocupación por la falta de fondos y medios para aplicar la nueva ley, que establece que serán los concellos los responsables de gestionar los abandonos de animales y poner en marcha medidas para evitar el sacrificio en perreras. Los concellos aglutinados en el Consorcio As Mariñas no disponen aún de una estimación del sobrecoste que supondrá aplicar el sacrificio cero en las instalaciones de Servigal y ven preciso coordinación y colaboración entre las administraciones implicadas para lograr los objetivos. La mayoría de los ayuntamientos del rural de la comarca se encuentran en una situación todavía más comprometida, al no disponer de un servicio de lacería y contar con medios limitados para las labores de inspección y guarda que les encomienda la ley.

Desde Libera denuncian que el presupuesto de la Xunta, aún en tramitación, solo incluye una partida de 100.000 euros a repartir entre los 313 ayuntamientos gallegos. "Una miseria para los defensores de los animales", critican. Protectoras como Apadán apelaban también ayer a consulta de este medio a la necesidad "de que se implique todo el mundo", desde instituciones a ciudadanía, para combatir el abandono, lograr la meta del sacrificio cero de animales abandonados y los casos de maltrato. "Nos da la sensación que se ha empezado la casa por el tejado", incidían.

La ausencia de un servicio de lacería en concellos del rural como Oza-Cesuras, Coirós, Aranga, Paderne, Irixoa o Vilasantar deja a estos municipios en una situación a la hora de acatar la nueva ley. La visión que ofrecen los concellos varía. El alcalde de Coirós, el popular Francisco Quintela, que tiene un convenio con la protectora Gatocán, destacaba ayer el "impagable" trabajo de este colectivo, agradecía su "altruismo" y ponía el acento en la necesidad de concienciar. Desde Oza-Cesuras, que tienen también un acuerdo con una protectora, ven aconsejable disponer de más medios para cumplir los nuevos retos.