Los municipios de Oleiros y Culleredo tienen varios núcleos que quedan bajo la huella de ruido que impone el aeropuerto de Alvedro en su informe de propuesta de revisión del actual plan director, actualmente en período de alegaciones. Esto significa que el suelo que queda bajo estas curvas isófonas tiene fuertes restricciones. Concretamente, en estas zonas donde aún no esté construido "se considerarán incompatibles los nuevos usos residenciales, asistenciales, educativos o sanitarios, así como las nuevas edificaciones o las modificaciones de las existentes destinadas a dichos usos que incrementen el número de personas afectadas". Así se indica en el punto 7.3 del Estudio de la Incidencia del Aeropuerto y de las Infraestructuras Aeroportuarias en el Ámbito Territorial Circundante que ha publicado el Ministerio de Fomento.

El plan director vigente es de 2001 y establecía un impacto acústico muy elevado en la comarca, sobre todo en Oleiros. Sin embargo en 2012 el Ministerio de Fomento anunció que aceptaba las alegaciones presentadas por los concellos e iba a reducir dicha huella sonora en el futuro plan director que aprobase.

En ese momento, 2012, el Concello oleirense ya tuvo en cuenta la huella más pequeña, solo hasta el Alto de Montrove, y así lo reflejó después en su plan general. También en ese año una sentencia del Tribunal Superior obligó a reducir la huella sonora, que entonces afectaba a dos millones y medio de metros cuadrados.

Por lo tanto los concellos contaban conque el próximo plan director, el que está ahora en trámite, iba a recoger esta anunciada huella de 2012. Pero aunque efectivamente este impacto se ha reducido respecto al plan de 2001, es más grande que el anunciado en 2012, lo que ha llevado al Ejecutivo oleirense a anunciar la presentación de alegaciones ante lo que considera un hecho "gravísimo" que perjudica a muchos núcleos del municipio.

Las zonas de 50 a 60 decibelios, áreas de Montrove en Oleiros o Tarrío y Alvedro en Culleredo, donde sea suelo vacío, no se puede construir. Ni realizar trabajos de ampliación de construcciones que suponga aumentar el número de residentes.

En este estudio de la incidencia del aeropuerto también se advierte de que si bajo esta huella sonora hay construcciones ilegales, sin licencia (tanto viviendas como escuelas o centros de salud), deberán de contar con "aislamiento suplementario" para cumplir la normativa de calidad acústica, y esa insonorización será por cuenta de los propietarios, "no corriendo el gestor aeroportuario ni el Ministerio de Fomento con los costes de dicha insonorización", según se subraya en este punto 7.3 del estudio realizado con motivo de la revisión del plan director.