Un agente de la Guardia Civil resultó herido con quemaduras de segundo grado en una mano durante la extinción de un incendio el pasado domingo originado en la chimenea de un restaurante en Cambre. Todos los vecinos del inmueble tuvieron que ser desalojados debido a las grandes llamaradas que salían de la chimenea.

Para apagar el fuego, los efectivos tuvieron que ascender cinco pisos y acceder por una trampilla hasta el techo de Uralita. Subieron y bajaron en numerosas ocasiones hasta la azotea para descargar un extintor en cada planta y asegurarse de que no quedaba nadie expuesto al humo. Los bomberos refrescaron la chimenea una vez apagado el fuego.