El Ayuntamiento de Miño sacó a contratación hace unos días una obra sencilla, que aprobó ejecutar hace dos años y que los padres y profesores del colegio reclamaban prácticamente desde que abrió el centro educativo Castro Baxoi, hace 25 años: la instalación de una marquesinaentre la rampa de acceso al colegio y la zona de parada de autobuses escolares, para que los alumnos no tengan que esperar bajo la lluvia. El contrato, que se licita por 37.383 euros, prevé la instalación de una cubierta de acero con acristalamiento de policarbonato incoloro y perfilería de aluminio, de 27 metros de largo por dos de ancho, junto con la instalación de una barandilla de sesenta centímetros de alto y un banco de hormigón.

El PP y el PSOE acordaron en 2015 incluir esta obra en un plan de la Diputación pero no se aprobó el expediente de contratación hasta el pasado día 2, por procedimiento "urgentísimo". El plazo de ejecución es de dos meses, y aún tiene que adjudicarse y formalizarse por lo que no estará rematada hasta 2019. Esta obra, que evitará que los niños se mojen en invierno mientras esperan a subir al bus o a que les recojan sus padres, es una demanda histórica de los padres.

El ANPA para este curso cambió el lugar de entrada de los alumnos del servicio de madrugadores porque accedían por el portalón trasero del colegio, una zona con poca iluminación y llena de charcos cuando llueve. Recogieron firmas y luego instalaron un videoportero para este curso.