El caso de la cafetería El Náutico de Sada ha dado un giro sorprendente. El Concello de Sada desveló ayer que ha sido informado ahora de la existencia de una providencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia de 2010 que decretaba el archivo de las actuaciones de ejecución de la sentencia de derribo de 1999. El Alto Tribunal notificó al Gobierno municipal la existencia de este auto de archivo hace unos días, en contestación al escrito que presentó el Concello sobre el acuerdo plenario que acordó dejar sobre la mesa la habilitación de una partida para la demolición con los votos de PP, PSOE y BNG.

La notificación judicial ha provocado una sorpresa mayúscula en el Concello, que asegura que no hay constancia de ninguna providencia de archivo en el registro ni en los departamentos municipales. Acrecienta el desconcierto, dicen, el hecho de que la providencia esté firmada en junio de 2010, meses después de que el Concello concediese la licencia de demolición parcial en ejecución forzosa de sentencia y antes de que transcurriese el plazo de 15 años que establece la ley para la prescripción.

El concejal de Urbanismo, Francisco Montouto, informó ayer en pleno de la existencia de esta providencia. El edil de Sadamaioría destacó que "nunca fue referenciada por los servicios municipales" como lo demuestra el hecho de que no se hiciese alusión a esta resolución judicial en los sucesivos informes del departamento jurídico y de Secretaría. "En junio de 2010, la sentencia de El Náutico se estaba ejecutando y se continuó ejecutando después. Hay actos municipales de ejecución de sentencia antes y después de 2010 que el TSXG parece desconocer", destacó el concejal, que anunció que la asesoría jurídica está estudiando el expediente y que el Concello ha abierto una investigación para aclarar lo sucedido y acordar "las acciones que procedan en defensa del interés público y de la legalidad".

"Esto no significa que esté prescrito, no cambia nada, es tiempo de ejecutar la sentencia", incidió Montouto, que recordó que esta cafetería "carece de título habilitante" y no está amparada por el plan general. El alcalde, Benito Portela, se pronunció en la misma línea y destacó que antes y después de 2010 los distintos gobiernos municipales dieron pasos para la ejecución de sentencia, desde la concesión de la licencia de demolición parcial de 2009 a la declaración de caducidad y el acuerdo de ejecución subsidiaria del derribo en diciembre de 2010, durante el mandato del bipartito (BNG-PSOE). Portela recordó que el Gobierno local presidido por Ernesto Anido (PP) también reservó una partida para el derribo y que en el propio expediente de recuperación del derecho de superficie de esa legislatura hacía alusión también a la existencia de una sentencia firme de derribo.

Sus socios de gobierno no comparten sus conclusiones. El BNG defendió ayer en pleno que la providencia de archivo abre la puerta a "aprovechar todo el edificio". Su portavoz, Isabel Reimúndez, incidió en que se trata de un inmueble "100% público" y avanzó que su formación presentará una moción para cambiar los usos del plan general y dar una nueva vida a El Náutico como equipamiento para usos sociales. La concejala nacionalista apeló a la "responsabilidad" de su formación al exigir que el asunto quedase sobre la mesa en el pleno anterior y avisó: "Si hay un archivo de la sentencia, el BNG trabajará para que no se reactive para no perjudicar el interés público". La concejal del PSOE, María Pardo, afirmó coincidir "casi al cien por cien" con el BNG y exigió nuevamente informes para "tomar una decisión conjunta y consensuada".

El PP presentó una moción, que fue rechazada, en la que pedía ejecutar parcialmente la demolición de El Náutico y reconvertirlo en un "pabellón cubierto y abierto por todos sus lados". Su portavoz, Ernesto Anido, criticó las "prisas" por demoler totalmente el edificio, aunque sí defendió que "hay que cumplir la sentencia". El PDSP no se pronunció sobre la providencia de archivo que, paradójicamente, se dictó dos años antes de que un juzgado inhabilitase a Ramón Rodríguez Ares por desobedecer la orden de derribo.