Ante los datos del Ministerio de Hacienda de que Oleiros, con Lugo, fueron en este segundo trimestre del año los ayuntamientos de Galicia con el importe por facturas en el cajón más abultado facturas en el cajón, el Gobierno local replicó ayer que este saldo, denominado cuenta 413, "no implica ninguna irregularidad ni ilegalidad". Las facturas en el cajón es la forma popular para referirse a las obligaciones pendientes de pagar y que no se aplican al presupuesto, quedan a la espera de tener crédito, es una práctica habitual en los concellos, aunque no con importes tan elevados como Oleiros en este período, 2,3 millones de euros.

El Ejecutivo afirma que estas facturas "disponen de crédito adecuado y suficiente para realizar su pago ya que previamente son objeto de inspección por parte de la Intervención municipal" y cualquier concello "debería tener saldo en la cuenta 413" porque el pago de las facturas requiere de un proceso de comprobación y verificación de gastos que lleva tiempo y es un paso importante para "detectar posibles irregularidades".

El Concello asegura que las facturas imputadas a la cuenta 413 que suman 2,3 millones se corresponden con "gastos que fueron debidamente tramitados conforme a la normativa legal, que cuentan con crédito adecuado y suficiente en el presupuesto municipal en vigor y que a fecha de 30 de junio de 2018 se encontraban en trámite de aprobación". Los datos de Hacienda con el saldo total de las facturas en el cajón son del 31 de octubre.

Oleiros añade que o bien estaba pendiente de aprobar el reconocimiento de la obligación, de ordenar el pago o hacerlo efectivo por transferencia. Explica que si es un montante tan elevado es porque se ejecutaron obras de urbanización que se pagaron en parte en especie, con la entrega de una parcela municipal, y para eso hizo falta una escritura ante notario, posterior al 30 de junio, por lo que se imputaron las facturas a la cuenta 413. Sin embargo, esto no explicaría por qué en 2016 y 2017 también hubo cifras récord de facturas en el cajón en Oleiros en los primeros meses del año.

El grupo de Gobierno subraya que Oleiros pagó sus facturas en el segundo trimestre en un plazo de 20 días, cuando el máximo legal es de 30. Hacienda no discute este cumplimiento, de hecho Oleiros en el tercer trimestre del año aún fue más raudo a la hora de pagar facturas, 15,95 días solo. Pero es el plazo para pagar desde que se reconoce la factura y el saldo 413 implica que se deja la factura a la espera, sin reconocerla. Añade que el Concello tiene una economía "totalmente saneada" con más de 11 millones en el banco que "hacienda impide invertir". No obstante, sí se puede utilizar el remanente y hacer inversiones financieramente sostenibles, como ya hizo otros años, pero siempre que no supere el límite de deuda y que el año anterior tuviese superávit y remanente de tesorería positivo, entre otros.