Una masiva tala de árboles en el entorno del parque forestal de Monticaño ha dado paso a un nuevo mirador desde el que se puede ver buena parte de Pastoriza, Meicende, la refinería y A Coruña. Hace unas semanas los eucaliptos de la ladera este del monte desaparecieron por completo, lo que también dejó completamente a la vista el geriátrico, una gran edificación a medio construir desde que la Xunta paralizó las obras en 2003 por ser una ilegalidad.

Los conductores y peatones que transitan habitualmente por la carretera de Pastoriza a Monticaño se llevaron la sorpresa hace unas semanas. Hasta ahora los eucaliptos, de gran altura, tapaban por completo las vistas. Los árboles también formaban una barrera que apenas dejaba ver el geriátrico. Unos maderistas talaron la vegetación existente, dejando libre toda la vista del valle.

Pastoriza recupera así parte de sus vistas. Los vecinos ya hace cuatro años denunciaron públicamente el estado del mirador de la Virgen (construido hace más de 130 años) y que había varios eucaliptos que tapaban por completo todas las vistas al valle. Poco después parte de los árboles fueron talados. Ahora entre este punto y el nuevo mirador hay un pequeño tramo de árboles. El resto está libre.

La desaparición de los árboles también ha dejado a la vista el antiguo geriátrico de Monticaño, que puede ser visto desde Meicende, O Quinto Pinto e incluso As Rañas en A Coruña. La Xunta, en 2004, y el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, en 2010 y 2011, ordenaron la demolición de esta edificación pero será este año, 2019, cuando la Axencia de Protección da Legalidade (APLU) ejecute por fin el derribo, 16 años después de que la consellería ordenase paralizar la obra.

La APLU está ahora con la primera valoración de cuánto costará y cómo se ejecutará la demolición de esta ruina situada en la cumbre de un monte. Este organismo aseguró que realizará los trabajos porque el promotor de la residencia de mayores, la Fundación San Rosendo, incumplió la sentencia de acometer el derribo.