La segunda fase de las obras de acondicionamiento del entorno de Bastiagueiriño para convertirlo en parque público costero comenzó ayer. Tras un desbroce general en 2017 el Concello licitó recientemente dos contratos simultáneos para esta nueva fase por valor de medio millón de euros: uno para ejecutar un acceso rodado, acondicionar la bajada y construir un muro escollera en el acantilado hasta la playa, además de una pasarela y sendas; y el otro, para ejecutar un aparcamiento público, más sendas peatonales y demoler viejas construcciones en ruinas. Ángel García Seoane anunció ayer que estas dos actuaciones se ejecutan de forma simultánea y solicitó que no se circulase por la rúa Fieitos.

El Concello se hizo con los terrenos, cuarenta parcelas rústicas de protección de Costas (entre ellas una del alcalde) en 2016 mientras que dejó las tres viviendas dentro de esta zona verde (fuera de ordenación) para 2018, cuando le caducaba la concesión de Costas. En el presupuesto de 2018 reservó una partida de 543.000 euros para expropiar las tres viviendas pero aún no lo ha hecho, al optar por negociar con los dueños. Ayer García Seoane apuntó que ya inició negociaciones con los dueños para tratar de adquirirlas, para demolerlas, mediante un acuerdo.

El Concello hizo una valoración y los propietarios tienen que decir si la aceptan. Se les entregará el dinero "en metálico o en solares en otro sitio", según apuntó Seoane, que indicó que con dos propietarios que viven allí ya habló y con el otro, que vive en Canarias, aún no. Destacó que sobre dos casas existen "varias hipotecas".

El Concello ayer aprovechó que iba a iniciar las obras de renovación de la red de abastecimiento de agua en la rúa Pombal para instalar ya en la rúa Fuxeira anterior, un cartel de advertencia de calle cortada por obras y por lo tanto con paso reservado solo para residentes, aunque los conductores no hicieron mucho caso.

El alcalde aseguró que pronto instalará carteles de vía reservada para residentes para evitar que los conductores atajen por esta calle para evitar la N-VI, lo que generó protestas vecinales. La rúa Pombal ya está cortada también hace días desde el cruce de calle Kenia hasta la avenida Rosalía por obras en esta última.