El Concello de Oleiros ha aprobado el expediente y los pliegos de cláusulas administrativas y técnicas para volver a sacar de nuevo a contratación la gestión del restaurante municipal de A Fábrica en Perillo, después de que en 2018 el Gobierno local resolviese el contrato con la concesionaria, Hostelería Heroica (que lo tenía desde 2014), por incumplimientos como el de reponer la garantía. El local tiene sus puertas cerradas desde el inicio de este año.

El pliego prevé las mismas condiciones económicas que el de 2014: el pago de una renta mínima al Concello de 18.392 euros al año (IVA incluido). Lo que sí cambia es el plazo de la concesión: si antes se hacía por un máximo de quince años (diez más dos prórrogas de tres y dos), ahora se reduce a diez (cinco más una prórroga de tres y otra de dos años). Las empresas que se quieran presentar pueden mejorar esta oferta de canon al alza.

El Gobierno local destaca que con este contrato trata de buscar la "dinamización económica, turística y social" del municipio, teniendo en cuenta que el establecimiento se encuentra en "una situación privilegiada, entre instalaciones deportivas del Concello y el mar". Añade que tener arrendada esta instalación además "supondría un ahorro de costes de mantenimiento al Concello", al pasar a ser competencia del adjudicatario, además del beneficio que supone el ingreso anual en las arcas municipales por el canon.

El Concello oleirense por ahora no ha tenido suerte con este establecimiento. Mientras que en el de Mera, en O Arxentino, el concesionario actual tiene una gestión estable.

En A Fábrica, el año pasado el Concello le rescindió el contrato al último adjudicatario por un impago y hace poco le abrió expediente para reclamarle 23.000 euros por lo que considera daños en las instalaciones antes de marcharse.

En 2013 la anterior concesionaria del recinto hostelero Ocio da Ama, también cerró al finalizar el año y renunciar a seguir con la gestión y también en este caso el Ayuntamiento le abrió expediente para cobrar importes mensuales del canon y facturas sin abonar, asunto que terminó en los tribunales, que le dieron la razón al Concello.