A solo un pleno ordinario del fin del mandato, el Concello de Culleredo sigue sin Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM). Las "discrepancias importantes" entre técnicos municipales y el equipo redactor sobre el documento que debe someterse a aprobación provisional por parte de la Corporación municipal mantienen paralizado el proyecto urbanístico, que el Gobierno local preveía tener aprobado hace un año, según informó en enero de 2018, cuando confiaba en llevar a pleno el documento en el primer trimestre de ese ejercicio, al contar ya con 70 informes favorables de 50 administraciones, según anunció.

Los técnicos trabajan para pulir sus diferencias sobre el planeamiento, aseguró ayer el Ejecutivo municipal que dirige el socialista José Ramón Rioboo. El Gobierno local no prevé llevar a pleno en este mandato la ordenación urbanística, "salvo que los técnicos lleguen a un entendimiento" a tiempo, meta muy improbable.

La aprobación provisional del PXOM cullerdense acumula ya un año de retraso sobre la última previsión planteada por el Concello, pero los aplazamientos de las previsiones se remontan a años atrás. El Gobierno local adjudicó la redacción de un nuevo plan general en 2008 a la empresa Monteoliva, tras rescindir el contrato con Prointec. El Ejecutivo local, que entonces dirigía Julio Sacristán, calculaba que el documento entrara en vigor en 2013, plazo que no pudo cumplirse.

Ese año el plan se llevó a aprobación inicial, que salió adelante con los únicos votos favorables del Gobierno local, entonces integrado por PSOE y BNG. El PP votó en contra y Agrupación Progresista de Culleredo (APdC), grupo que lideraba el actual alcalde, José Ramón Rioboo „antes de integrarse en el PSOE años después de abandonarlo„ se abstuvo. El portavoz de los populares, Antonio Cañás, criticó que se llevase a aprobación el PXOM a pesar de contar con informes desfavorables, entre ellos el de la interventora, el de la Axencia Galega de Infraestruturas de la Xunta y el de Aviación Civil. Rioboo se abstuvo hasta conocer las alegaciones de los vecinos, al considerar que debían ser ellos quienes evaluasen el documento. Ahora, como alcalde, rechaza mostrarlas hasta rematar el proyecto.