La sección primera de la Audiencia Provincial de A Coruña ha condenado a un vecino de Arteixo a diez años de cárcel además de a cinco años de libertad vigilada, por cometer un delito de abuso sexual a menor de 16 años con acceso carnal. Además, le ha impuesto la prohibición de aproximarse a menos de 500 metros de la víctima, de su domicilio, centro docente, o de cualquier lugar donde se encuentre, así como de comunicarse con ella por cualquier medio durante 12 años. La Fiscalía había pedido once años de cárcel para este acusado.

El tribunal considera probado que entre enero y agosto del año 2017, en el interior de un vehículo aparcado en la zona de Vilaboa (Culleredo), el acusado, de 26 años, mantuvo relaciones sexuales con la menor, que tenía 13 años, "pese a que tenía conocimiento de su edad y de que esa circunstancia condicionaba su consentimiento".

A partir de ese momento, según señalan los magistrados de la Audiencia, mantuvo relaciones sexuales con la víctima "en diversas ocasiones", la última de ellas en el mes de agosto del año 2017. Llegó a llamarla hasta 19 veces en un solo día.

El acusado en el juicio negó los hechos, rechazó que hubiesen tenido relaciones sexuales y afirmó que solo hubo una relación sentimental sin abusos, de que se trataba de una "amistad". Admitió sin embargo que había habido un "tonteo" con la niña y se habían producido "abrazos" entre ellos. Negó además que hubiese amenazado a la menor o le hubiese exigido dinero.

La Audiencia indica en la sentencia que la declaración de la menor es "convincente", pues aportó "suficientes detalles sobre los hechos" y, además, por estar "corroborada por elementos objetivos, por prueba testifical de cargo y por las propias deficiencias y contradicciones de las declaraciones autoexculpatorias del acusado".

"Pretender alegar que la declaración se produce como represalia por un amor despechado parece un argumento bastante débil porque no se observan trazas de esa emoción en la menor", destaca el tribunal en su resolución judicial.

La Audiencia Provincial de A Coruña también subraya que la víctima del abuso sexual precisó "que en un primer momento se sintió deslumbrada porque alguien de la edad del acusado se fijase en ella, pero que esa confusión inicial se deshizo al comprobar el móvil sexual que le guiaba y porque la amenazaba para prolongar sus propósitos en el tiempo".