El Ayuntamiento de Miño se trasladó hace cien años desde su ubicación en Castro hasta el lugar que ocupa ahora en A Carreira. Para festejar este centenario ayer se pudo ver una alfombra floral (elaborada con sesenta kilos de sal, habas, flores y espagueti negro) entorno a la Casa Consistorial, elaborada por las Amas de Casa. El cronista oficial de Miño, José Raimundo Núñez, repasó la historia de la localidad antes de dar paso al discurso del alcalde, Manuel Vázquez. Por la tarde hubo actividades para los niños en las pistas de Rabazal mientras el artista Runa elaboraba a un grafiti en el acceso de la carretera nacional.