El icono del Arteixo industrial, la chimenea de 200 metros de la central de Sabón, ya ha desaparecido por completo. Apenas quedan unos escombros de la que fuera una estructura visible a kilómetros de distancia desde diferentes puntos del municipio. Naturgy, antigua Gas Natural Fenosa, empezó en 2017 su desmantelamiento y ya está a punto de concluirlo. La previsión de la empresa es que los trabajos estén completamente concluidos al acabar este mismo mes, según confirman fuentes de la compañía energética.

Una excavadora con martillo hidráulico destruía los últimos metros de hormigón que quedaban de la estructura, que ya se ha convertido en escombros. El desarrollo del desmantelamiento ha sido lento,ya que el derribo se ha realizado en diferentes fases y requiere de importantes medidas de seguridad. La chimenea ha llegado a su fin a tras más de 40 años de vida. Fue edificada a mediados de la década de 1970.

La empresa ha desmantelado la chimenea porque no tiene uso desde el año 2008. La central dispone de un nuevo ciclo combinado que funciona con gas natural, con lo que dejó de utilizar el fuel como combustible. La chimenea se quedó sin función. La compañía solicitó en 2010 el cierre de los dos grupos de fuel de la central, que tenían más de 40 años de antigüedad. La directora de la central de Sabón, Irma González, explicaba en el inicio de los trabajo que "no tiene sentido mantener recursos en una instalación que está fuera de uso" y que es "un gasto".

En la parte más alta de la chimenea de la central de Sabón, los operarios realizaron los trabajos con martillos picadores y cizallas. A continuación procedieron al corte de trozos de la estructura en forma de rodajas con hilo diamantado. Esta operación, que es muy lenta, se tuvo que repetir en varias ocasiones.

En la parte más baja la demolición el derribo se ha realizado de forma mecánica, lo que ha permitido que los trabajos se hayan agilizado.