Los dos propietarios mayoritarios y el Concello de Oleiros firmaron un convenio en 1999 para desarrollar un sector en O Vieiro en el que se construyeron más de 150 viviendas en varios edificios en las cercanías del viaducto de la raqueta de tenis de O Seixal. Los inmuebles y viales se construyeron pero a un edificio de varios cuerpos con uso permitido hotelero y residencial comunitario le pilló la crisis del ladrillo y la quiebra de su promotora y se quedó en un esqueleto de ladrillo, abandonado hace más de una década.

Este abandono ha convertido la construcción en objeto de múltiples pintadas en el interior y exterior del edificio (no falta ni el habitual Inok, que ha pintarrajeado todo el municipio), pero además supone un grave peligro porque en época de lluvias, y con la crecida del rego de San Pedro que está a escasos metros, se inundan todos los inviernos las plantas bajas destinadas a sótanos, donde se acumula mucha altura de agua.

Las plantas más altas de este esqueleto abandonado además se ha convertido en el hogar de okupas en viven en él en distintos momentos. De hecho los huecos de las ventanas los cubren para protegerse del agua, del frío y del viento.

La Policía Local de Oleiros ya actuó en alguna ocasión tras la alerta vecinal y llegó a tapiar y precintar alguna de las entradas al inmueble para prevenir que entrase alguien por el peligro que supone el estado de este edificio, pero el acceso sigue produciéndose.

Subastado

Urtapea y su propietaria Epaat, eran las titulares mayoritarias del suelo que se desarrolló y para el que el Concello otorgó licencia en 2006, en una parcela afectada por la servidumbre del río y con una ocupación del 100%.

Las promotoras y el Ayuntamiento llegaron a ir a pleito por la edificabilidad de los sótanos y semisótanos y los jueces le dieron la razón a las empresas, aunque el Concello en 2017 inició el trámite para declarar la caducidad de la licencia. A mediados de este año, este inmueble sin terminar salió a subasta dentro del procedimiento de liquidación concursal de Epaat con un precio de salida de 2,8 millones de euros.