Trabajos de inspección previos a la restauración del antiguo retablo de San Pedro de la iglesia Santa María do Azogue han sacado a la luz un arcosolio policromado del siglo XV. Los arcosolios eran habitualmente tumbas de forma abovedada que durante el gótico se situaba en las paredes de las iglesias. En este caso, no hay constancia de un sepulcro. Se trata de un relieve de la anunciación sin catalogar en la que están representados el arcángel Gabriel y la Virgen María y profusamente decorado con motivos geométricos y vegetales (círculos y hojas).

Los restauradores hicieron el hallazgo cuando inspeccionaban la parte trasera del retablo. Las primeras catas han permitido a los especialistas descubrir restos de policromía en este conjunto: "Se trataría de uno de los pocos vestigios del gótico policromado". detalló ayer la restauradora Milagros Martínez, de Techne, Conservación y Restauración de Bienes Culturales, S. C.

El párroco de la Unidad Pastoral de Betanzos, Santiago Pérez, la alcaldesa, María Barral, y los restauradores informaron ayer in situ de este descubrimiento: "Una joya dentro de otra joya", resumió la regidora, que celebró esta "fantástica noticia que engrandece el patrimonio gótico de Betanzos". Los especialistas presentes en la rueda incidieron en el hecho de que se trata de un arcosolio sin catalogar en el que posiblemente habría un sepulcro, aunque todavía se desconoce a qué personaje notable podría pertenecer la sepultura. Del sarcófago no se conserva ni rastro, aunque puede ser uno de los que atesora el Museo das Mariñas.

Las obras de construcción de la iglesia de Santa María do Azogue finalizaron en 1447 y se ignora si el enterramiento se encargó una vez finalizado el templo o durante su ejecución. Los restauradores llamaron la atención sobre los vínculos entre este templo y el de San Francisco y apuntaron a la posibilidad de que el arcosolio fuese obra del mismo taller. "Hay un paralelismo muy claro con la Virgen y el Arcángel Gabriel de San Francisco", detalló Milagros Martínez.

El párroco de Betanzos ha encargado ya un proyecto de restauración a Techne que cifra en aproximadamente 90.000 euros el coste de la recuperación. El plazo estimado de ejecución de los trabajos es de siete meses. El proyecto, que ya ha sido trasladado al Arzobispado y la Dirección Xeral de Patrimonio, deberá recabar antes los permisos preceptivos, por lo que todavía es pronto para fijar la fecha de inicio de los trabajos.

La idea inicial pasa por reubicar el retablo de San Pedro para dejar al descubierto esta joya gótica recién descubierta. El párroco detalló ayer que una de las opciones que barajan pasa por reubicar también la imagen del Nazareno, la más reciente del templo.