El escritor y periodista Antonio Maestre, autor del libro "Franquismo S.A.", cree que la devolución del Pazo de Meirás al patrimonio público va "en el buen camino" porque hay "voluntad política", pero añade que "será un solo caso más" de los que hay para reparar el daño causado en la dictadura.

Así se ha pronunciado en una conversación con Efe durante su visita este martes a la residencia veraniega de la familia de Francisco Franco en Sada, acompañado por el alcalde del municipio, Benito Portela, y el presidente de la Comisión por la Recuperación de la Memoria Histórica de A Coruña, Fernando Souto, antes de presentar su obra en la ciudad herculina.

Sobre la causa abierta por la Abogacía del Estado para dirimir la propiedad de las torres de Meirás, Antonio Maestre ha subrayado que "por lo menos hay voluntad política, que eso nunca lo hubo antes", y ese es "el primer paso".

En su libro "Franquismo S.A." (Editorial Akal), el periodista indaga en el origen de la fortuna de diferentes empresas que tuvieron "cierta responsabilidad en la financiación del golpe de Estado" o "en casos de corrupción durante el franquismo y siguen operando hoy en día sin haber hecho un proceso de reparación", ha detallado.

"Cuando yo leía al respecto de la responsabilidad patrimonial en el nazismo sí que encontraba bastantes referencias pero cuando hablaba de la responsabilidad patrimonial de las empresas y de las familias durante el franquismo me encontraba que faltaba una obra de carácter didáctico, pedagógico, sobre esa cuestión", ha argumentado sobre su obra.

Tras casi cinco años de investigación en los que ha viajado por países como Alemania, Bosnia y Polonia, el periodista ha conseguido "trazar una especie de hilo negro de las empresas y de cómo se lucraron durante el franquismo" haciendo una comparación con el caso alemán, en el que sí que hubo un resarcimiento del daño, ha abundado.

"No hay que perder de vista que la reparación tiene que ir acompañada de justicia y luego de reintegración del patrimonio expoliado", ha detallado el autor sobre la necesidad de que exista una reparación moral pero también económica.

Si no se puede devolver lo usurpado, matiza, se debe "establecer una fundación al estilo de la que hubo en Alemania, por la cual las empresas que se lucraron durante el franquismo indemnicen de alguna manera a las familias, al patrimonio de todos y a los herederos de aquellos a quienes se les robó".