Pablo Mosquera gestiona chiringuitos en algunos de los arenales más concurridos del área: Gandarío, Playa Grande y Perbes. La temporada arranca el 8, pero él no tiene claro cuándo comenzarán a servir helados y refrescos. "No voy a abrir hasta que haya más gente", explica este emprendedor mientras pone a punto la caseta de Gandarío. El baile de fechas y normas le mantiene en vilo y aguarda aún por permisos en Miño por la suspensión de trámites administrativos.