Los vecinos de Culleredo pudieron volver a disfrutar del Feirón, que regresó ayer después del periodo de inactividad obligado por el coronavirus. Estrenó ubicación, la explanada del paseo marítimo de O Burgo, un lugar con mayor espacio y que facilita la adopción de medidas de seguridad y protección para los usuarios, según explicó el Concello.

Muchas personas se acercaron a dar una vuelta por la zona y comprar en alguno de los 43 puestos instalados en esta versión reducida del Feirón, ceñida al sector de la alimentación y producción local.

Los accesos se efectuaron únicamente por unos puntos marcados, diferenciando la entrada y la salida del recinto, con un control del aforo de acuerdo con las indicaciones sanitarias. En la entrada se medía la temperatura y se ofrecía gel hidroalcohólico para las manos. El uso de mascarillas era obligado.

El Ejecutivo local, además, anunció está preparando las bases para hacer dos feirones al mes.