Las calles del centro de Arteixo se volvieron a llenar de gente un sábado por la mañana. La feria regresó a su tradicional ubicación de la plaza del Balneario y calles adyacentes después de más de un mes en el campo de la fiesta para poder garantizar las distancias de seguridad por el coronavirus. Lo hizo con cerca de 60 puestos, entre los que se encontraban los de ropa, que reanudaron su actividad por primera vez tras la pandemia. La lluvia registrada durante buena parte de la mañana lastró la afluencia, aunque los vendedores se mostraron bastante satisfechos.

"A pesar del tiempo hubo más afluencia", relata María Fuentes, de Panadería Lita, al ser preguntada si le gustaba más estar en el campo de la fiesta o en esta ubicación. Asegura que en el centro de la localidad hay más ambiente al salir la gente a pasear y que la feria ahí dinamiza el comercio. Opina lo mismo Ramón Castiñeiras, de Churrería Fina, que asegura que en la plaza del Balneario y alrededores "se ve gente paseando" y que al final muchas veces se anima a comprar "café, un agua o tabaco". Cuenta que ayer trabajó mejor que en la anterior ubicación en el campo de la fiesta.

El trasiego de gente que genera la feria también beneficia al comercio y a la hostelería. Paca, del bar Don Jamón, señaló que ayer durante la feria trabajó "muy bien" y que cree que la mejor ubicación es el centro del pueblo. Los productores del agro se habían manifestado inicialmente partidarios de estar en el campo de la fiesta.

La mayor afluencia de gente en la feria se registró entre las 11.00 y las 12.00 horas, según relató uno de los trabajadores municipales encargado de controlar el funcionamiento. El concejal de Promoción Económica, Ángel Vázquez, destacó la colaboración de todos los vendedores para organizar adecuadamente la feria.