"Están poniendo a Santa Cruz como si fuera Chernóbil", lamentaba ayer un vecino de la localidad oleirense, Arturo Fernández, quien aseguró constatar que la zona registra mucho menos movimiento de gente desde que se confirmó que el portero de un pub vecino dio positivo en coronavirusportero de un pubpositivo en coronavirus. "Aquí de momento estamos todos sanos. Tiene una fama Santa Cruz como si tuviéramos la culpa de todo", afirmó Fernández, mientras tomaba algo en la terraza de un local muy próximo al pub pubcuyo trabajador dio positivo.

Hosteleros y vecinos aseguran que la detección de un caso vinculado a un negocio de la localidad ha hecho mella en la actividad de la zona, que un día de verano de sol y calor como el de ayer debería estar repleta de bañistas, visitantes o clientes en terrazas, como estaban a la misma hora, cerca del mediodía, zonas próximas como Bastiagueiro.

Residentes y trabajadores de negocios locales inciden en que se trata de un caso aislado, como lo calificó el Sergas. Recalcan, además, que en Santa Cruz se cumplen con rigurosidad las medidas de prevención de contagios.

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El miedo se contagia en Santa Cruz

"Se nota muchísimo que hay menos gente. No solo en la zona próxima al pub, sino también en los locales de más arriba", aseguró Antonio Varela, también desde una terraza vecina del local que continúa cerrado por "precaución" desde el fin de semana, cuando el trabajador presentó síntomas del virus que después confirmaron las pruebastrabajadorsíntomas.

La playa y el paseo frente al castillo atestiguaban también el recelo que ha despertado la trascendencia del vínculo entre un positivo y la localidad. Frente a la estampa habitual del verano, y de otras localidades en el mismo día y a la misma hora, la zona más demandada de Santa Cruz lucía ayer bastante despejada, con escasos clientes en las terrazas y muy pocos bañistas y paseantes.

Vecinos de Santa Cruz aseguran que incluso el domingo las playas del Naval y del castillo se encontraban "casi vacías", igual que las terrazas, que días antes se encontraban entre las más cotizadas de la comarca. Trabajadores y responsables de negocios hosteleros del centro lamentan también la caída en la actividad y subrayan que se trata de un único caso que presenta relación con el núcleo oleirense. Confían en que los potenciales visitantes y clientes vuelvan con tranquilidad a llenar arenales, mesas y paseos después del susto y garantizan la prevención y la seguridad.