El pleno de Miño aprobó ayer la primera ordenanza de playas del municipio con la abstención del PP. Como ya informó este diario, la norma, con la que el Concello pretende regular los usos y actividades permitidas en los arenales, incluye sanciones de 90 a 3.000 euros. La reserva de espacios, la celebración de botellones son algunas de las actividades que quedarán prohibidas con la entrada en vigor de la norma, que se expondrá ahora para alegaciones.