Los herederos del dictador Francisco Franco han presentado ante la Audiencia Provincial la documentación solicitada por los jueces para subsanar las carencias detectadas en el expediente. Como ya informó este diario, la Sala emitió una providencia la pasada semana en la que advertía de ciertas lagunas que impedían constatar fehacientemente que en la escritura de división del caudal hereditario se había atribuido la propiedad sobre las fincas que conforman el pazo de Meirás solamente a los siete hijos de Carmen Franco y que Francis Franco había transmitido la totalidad de su parte a la sociedad Pristina.

La Sala apeló a la importancia de aclarar ambos extremos para “para evitar sorpresivas situaciones litisconsorciales ignoradas” que pudieran generar incluso “la nulidad de las actuaciones”. Los magistrados apuntaban al hecho de que pudiese haber alguna persona ignorada con posesiones en la finca reivindicada que no hubiese tenido la oportunidad de tomar parte en el proceso o que el propio Francis Franco fuese poseedor de parcelas que no hubiesen sido transmitidas a su sociedad, por lo que tendría que haber sido demandado y no solo Pristina (de la que es administrador único).

En su escrito de respuesta al requerimiento de la Audiencia, los Franco admiten que hay un “error” en la documentación aportada en la demanda que no había sido apreciada hasta ahora por ninguna de las partes, ni tampoco en el juzgado, en lo relativo a las fincas que fueron transmitidas a Pristina, que no fueron reseñadas al completo. Los nietos del dictador restan importancia a esta imprecisión y dejan claro en su escrito que ninguno de los herederos del pazo de Meirás y de todas las parcelas que lo comprenden se ha visto privado de su derecho a la defensa en este proceso y que no se dan de ningún modo los motivos para “decretar de oficio la nulidad de actuaciones”.

En letrado de la familia, Luis Felipe Utrera Molina, recalca en su escrito de respuesta que el “cien por cien de las fincas reivindicadas en el procedimiento corresponde a los demandados sin que Don Francisco Franco Martínez-Bordiú ni ninguna otra tercera persona ostente derecho de propiedad alguno con respecto a las mismas”.

El abogado destaca además que Francis Franco , en calidad de representante de Pristina, “ha tenido en todo momento y desde un principio perfecto conocimiento de los términos en que se planteó la demanda y, lo que es más importante, ha tenido y hecho uso de la posibilidad de alegar y proponer todo cuanto ha considerado oportuno”. De tal modo, incide, que no habría base en ningún caso “para decretar de oficio la nulidad de las actuaciones en base a una eventual conculcación del principio de que nadie puede ser condenado sin ser oído ni vencido en juicio”.

Para que no quede ninguna duda, los herederos han aportado a la Audiencia las escrituras notariales con el reparto de la herencia en lo relativo al pazo de Meirás y la escritura de ampliación de capital de Pristina de fecha 23 de julio de 2018. El abogado de los nietos del dictador considera que todos estos documentos y las aclaraciones realizadas en el escrito despejan cualquier duda sobre la titularidad del inmueble y “el consiguiente riesgo de tener que anular y reproducir innecesariamente una parte sustancial” del proceso.