La Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental y Aviación Civil han elaborado de forma conjunta la memoria ambiental del nuevo plan director del aeropuerto de Alvedro en Culleredo, tras estudiar informes de distintos organismos y las 489 alegaciones presentadas en el período de exposición pública. De nuevo el municipio de Culleredo es el más afectado. El plan incluye ejecutar varias obras, nuevos edificios y ampliaciones, que requieren adquirir nuevos terrenos alrededor y un incremento en la afección acústica.

Se prevé aumentar la zona de servicio alrededor de las instalaciones aeroportuarias de Alvedro, hacia el este y el suroeste en 6,22 hectáreas más, por lo que será necesario expropiar. En la propia memoria del ministerio y Aviación Civil se reconoce que la expropiación de fincas particulares “se considera elevada”, y muchas son fincas con viviendas que son primera residencia, y hay también edificios “con cierta entidad histórica y familiar”.

Se destaca que “estrictamente” por la construcción de una semicalle de rodaje en el aeropuerto, quedarán afectadas ya 55 edificaciones de las que 17 son viviendas. Están situadas a ambos lados de la avenida de A Hermida. Se indica sucintamente que se incluirán “medidas compensatorias adecuadas”.

El Gobierno local de Culleredo informó ayer de que los técnicos municipales realizarán un “análisis pormenorizado” de esta memoria ambiental para conocer “las implicaciones que supone” e informar a los vecinos, según declaró el alcalde, José Ramón Rioboo. El Ejecutivo estudiará la respuesta a sus alegaciones, las alternativas seleccionadas y la justificación sobre la afección a las infraestructuras. Rioboo aseguró que perseguirá “hasta el final” que los propietarios afectados “sean compensados” al aprobarse el nuevo plan director, antes de formular el proyecto.

Culleredo proponía en sus alegaciones eliminar la calle de rodaje al verla innecesaria y por el gran impacto en A Hermida, donde incluso desaparecería la conexión viaria de acceso al núcleo de Culleredo. La respuesta del Gobierno central es que “la única solución viable” para aumentar la capacidad del campo de vuelos es hacer esta semicalle, sino habría que variar el modo de operar y despegar por otra pista con los montes Costa y Xalo como obstáculos. También se defiende la ampliación de a terminal que critica el Concello porque se prevé aumento de demanda y respecto a que no se tuvo en cuenta el impacto del AVE a A Coruña dice que sí se prevé un menor crecimiento de pasajeros.

En busca de un sepulcro romano en A Hermida

La principal precaución cuando se ejecuten las obras del aeropuerto será por la existencia de un sepulcro romano que se sabe que está en la zona de A Hermida. El Ministerio de Cultura y Deporte emitió una resolución en la que indica la apertura de catas en esta zona donde se ha documentado la presencia de este bien patrimonial, por lo que durante los trabajos se tendrá que realizar un control y vigilancia arqueológica, por exigencia del ministerio, aunque en prospecciones previas no se localizó.

Superación de los niveles de ruido

En esta memoria ambiental se señala que hay suelos residenciales y equipamientos de Culleredo que tendrán niveles sonoros por los vuelos “superiores a los objetivos de calidad acústica”. El este de Liñares y la oeste de A Hermida, Almeiras y O Burgo, serían las zonas residenciales afectadas, donde pondrían aislamiento acústico. En cuanto a equipamiento religioso, afectaría a la Iglesia Nueva y la románica de Santo Estevo; y en equipamiento educativo, el colegio Díaz Pardo, la escuela infantil O Burgo y el colegio rural agrupado de Culleredo. Estos últimos solo tendrían nivel de ruido superior al límite por la noche, por lo que no se verían afectados.