El Concello de Arteixo abrió en 2015 una crisis en el Consorcio As Mariñas al comunicar su intención de abandonar la entidad y municipalizar el servicio tras realizar un estudio que concluía que la gestión directa permitiría ahorrar costes y prestar un mejor servicio a los vecinos. La marcha se consumó y Arteixo asumió la recogida y tratamiento de residuos en agosto de 2018. Casi tres años después de aquella fecha los datos revelan que el reciclaje con el nuevo sistema ha crecido de forma muy importante respecto al modelo consorciado. En concreto, actualmente se recoge el doble de vidrio que con el modelo anterior, en el papel y el cartón se ha pasado de 11 kilogramos por habitante con el Consorcio a ya estar en los 17. Además, con el nuevo método se recoge la fracción de envases ligeros, inexistente anteriormente.

Tras casi dos años de tensiones entre el alcalde arteixano, Carlos Calvelo, y el resto de regidores de la comarca, se consumó la salida. Fue aprobada en diciembre de 2016 y se hizo efectiva el 1 de enero de 2018, aunque no fue hasta agosto de ese año cuando los empleados municipales empezaron a asumir el servicio de recogida y tratamiento de residuos. En esos meses de transición el Consorcio siguió prestando el servicio. Actualmente está pendiente de conocer la cuota de salida del organismo comarcal, ya que el asunto está judicializado. Inicialmente salía a favor del Concello.

La principal novedad del nuevo sistema fue la implantación de las islas de cinco contenedores en la zona urbana y en núcleos de las zonas rurales, con las fracciones de resto, orgánico, papel y cartón, vidrio y envases ligeros (la última antes no existía). Con el sistema previo, había islas de cuatro colectores, aunque en muchos casos eran solo de dos. Otro cambio importante fue que Arteixo abandonó la planta de Nostián, aunque hubo negociaciones para poder continuar, y ahora trata sus residuos en Sogama, una empresa controlada por la Xunta y participada por Naturgy que tiene su planta en Cerceda.

Los datos registrados por Ecovidrio y Ecoembes, entidades que se encargan de la gestión de las fracciones del vidrio, envases ligeros y papel y cartón en España, permiten conocer la evolución de la cantidad de residuos reciclados por los vecinos de Arteixo con el nuevo sistema implantado por el Gobierno local desde 2018 y con el anterior, que era gestionado por el Consorcio As Mariñas. El reciclaje ha aumentado de forma importante en la actualidad respecto a la anterior gestión. El pasado año se recogió casi el doble de vidrio, con 629.000 kilogramos, que en el último año completo de la entidad comarcal, en 2017, con 341.000 kilogramos.

Si se miran años anteriores, los datos del Consorcio son todavía más bajos. En 2016 la cifra fue de 328.000 kilogramos y en 2015, de 285.000. En 2019, que fue el primer año completo con el nuevo sistema del Concello, se recogieron 546.000 kilogramos de vidrio.

La diferencia entre el antiguo sistema de recogida de basuras y el nuevo radica en el número de contenedores. Ahora la cifra de colectores de vidrio ronda los 200 y en la época del Consorcio la cifra era cercana a los 140. Entre otros aspectos, el método municipal supuso la implantación de islas de cinco contenedores en la mayoría de puntos de la zona urbana.

En cuanto al papel y el cartón, los datos registrados por Ecoembes muestran otro importante cambio con la entrada en funcionamiento del nuevo sistema de basuras puesto en marcha por el Concello de Arteixo. En la etapa del Consorcio As Mariñas, la cifra de kilogramos recogidos por habitante se situó entre los 11,3 y los 11,5 entre 2015 y 2017. En el primer año completo con la gestión municipal, en 2019, el dato se disparó hasta los 17,6. En 2020, marcado por el estallido de la crisis sanitaria, la cifra se situó en 17,3, un pequeño retroceso debido a la menor actividad empresarial durante el confinamiento.

En cuanto a los envases ligeros, contenedor que no existía, se retiraron 9,5 kilos por habitante en 2019, con un 17,9 de impropios, residuos que no corresponden. En 2020 la cifra subió a los 10,5 kilos por vecino y los impropios supusieron el 22,60%.

El orgánico es la fracción que más problemas presenta en el sistema de basuras. Arteixo todavía no puede llevar estos residuos a la planta de compostaje de Sogama debido a la alta cantidad de impropios que presenta. La Consellería de Medio Ambiente ya había explicado que el Concello debe “reducir” esta cantidad para que no sea considerada “bolsa negra”, es decir, basura que no puede ser reciclada. El Concello tiene previstas diversas campañas con compostadores para fomentar el reciclaje del orgánico.

Una “municipalización” con personal propio y con contratos externos para el servicio

El alcalde de Arteixo, Carlos Calvelo, explicaba en 2015, tras hacerse pública su intención de abandonar el Consorcio As Mariñas y asumir la gestión de la basura, que quería que el servicio fuese “100% público y municipal a base de recursos públicos”. El Concello ha aludido muchas veces a la “municipalización” de la gestión. Inicialmente no hubo un concurso público para la realización del servicio.

El Gobierno local subrogó a once trabajadores del servicio que desempeñaban tareas en el Consorcio As Mariñas. Con el paso del tiempo el Ejecutivo central ha licitado pequeños contratos para complementar el servicio: la gestión de los residuos del punto limpio, la retirada del aceite y del papel y la realización de las campañas.

Valoración del servicio

El concejal de Servicios Municipales, José Manuel Pena, asegura que el aumento de las cifras de reciclaje se debe “a las isletas de cinco contenedores”. “Está más que demostrado. Si pones isletas de cinco, la gente colabora”, indica. Antes había un sistema de cuatro contenedores, aunque en buena parte de los puntos solo había dos colectores, de inorgánico y orgánico. El edil señala que “los resultados” tras “más de dos años” son “positivos”. “Cuanto más recicle la gente, más se repercute en el recibo de la gente”, afirma Pena.