El Concello de Betanzos arranca el nuevo curso político con el objetivo de avanzar en una asignatura pendiente desde hace más de dos décadas: la aprobación del Plan Xeral de Ordenación Municipal. El Gobierno local pretende aprobar inicialmente el documento urbanístico a a mediados de este mes y, salvo sorpresa, el PXOM saldrá adelante gracias a su mayoría absoluta.

. El proyecto urbanístico recalará nuevamente en pleno tras el intento fallido de 2016 y se someterá a debate con un informe de Intervención que cuestiona las previsiones de financiación que maneja el Gobierno local, especialmente en lo concerniente a las aportaciones de otras administraciones.

La funcionaria encargada de fiscalizar la contabilidad municipal ve más que optimistas las previsiones, especialmente las del Estado, y contrapone las expectativas del Gobierno local, que prevé unos ingresos estatales de 434.900 euros anuales durante los 18 años, de vigencia del PXOM, con los “nulos” ingresos de la Administración General del Estado en los últimos cuatro años.

La interventora advierte también que la previsión de ingresos de la Xunta excede las aportaciones de la administración autonómica durante los últimos años. Detalla que el PXOM prevé unos ingresos anuales de 429.495 euros pese a que la aportación más alta de la Xunta en los últimos años asciende a 375.088 euros (en 2018) y que en 2020 solo consta una inversión de 66.914 euros, que hay que matizar por la crisis derivada de la pandemia. La de 2019 fue de 282.146 euros y la de 2017, de 175.055 euros.

Solo las aportaciones anuales de la Diputación permiten sustentar las previsiones de financiación del PXOM, apunta el informe. Los ingresos de la institución provincial superan las previsiones del Concello, pero la interventora advierte de que el margen no es suficiente para sufragar el déficit de Xunta y Estado.

La habilitada nacional también cuestiona la previsión inversora del Concello, que prevé un gasto medio anual de 840.265 euros. Advierte de que hay gastos de mantenimiento de infraestructuras proyectadas que no se incluyen, que se parte de una hipótesis de crecimiento que no está actualizada y que las cifras de la contabilidad municipal “quedan muy por debajo del resultado más pesimista estimado”. El informe deja también en entredicho la previsión de ingresos por impuestos como el IBI.

El BNG alertó ayer de las conclusiones de la interventora, demandó prudencia en las previsiones y le echó en cara al Ejecutivo el escaso margen que dio a la funcionaria para informar, extremo del que deja constancia la propia funcionaria.