El 11 de noviembre de 2005 el entonces director xeral de turismo y presidente de la Sociedad Xacobeo, Rubén Lois, confirmaba al Gobierno de Betanzos la rehabilitación del antiguo convento de As Donas, el edificio más antiguo de la ciudad, para convertirlo en albergue de peregrinos y centro sociocultural. Apuntaba incluso una fecha, se ejecutaría al año siguiente. Nunca se hizo, a pesar de que cuatro alcaldes lo prometieron. Hasta ayer, que salió a contratación por fin, por 317.313 euros sin IVA, la restauración de lo que hoy en día es una total ruina pero de la que hay referencias ya en el año 1000, como monasterio de los monjes de San Benito, llamado de San Pelayo de Genrozo, y reedificado en 1138. Estuvo habitado hasta finales del siglo XX. El plazo de las obras es de un año.

Lo que aún existe de este antiguo convento son los restos sobrevivientes después de numerosos daños: en 1876 fue la eliminación de parte del conjunto para la carretera Hervés-Fontán; en 1975 las expropiaciones para viviendas sociales; en 1992 la ejecución de aceras; o el recorte que sufrió para construir la rotonda de As Cascas. Hoy queda una ala del convento, uno de los tres cuerpos del edificio original, sin cubierta, con muros de piedra muy deteriorados. Se conserva un arco de medio punto, el elemento más destacado y el patio

Los trabajos que se realizarán incluyen la limpieza del conjunto, eliminación de escombros, retirada de maleza, recuperación de la cota original del terreno, limpiar y sanear los muros, reparación de grietas y poner una cubierta con estructura metálica. Se trata de conservar todo lo original del inmueble y hacer intervenciones reversibles, usando técnicas no agresivas. Se ejecutará un edificio nuevo, anexo a los muros, sobre estructura metálica, visiblemente diferenciado del bien patrimonial. En su interior se crearán espacios para actividades sociales públicas, de convivencia, exposición y ocio. Será un centro sociocultural con dos salas de uso múltiple y un patio.

El proyecto inicial del Concello, del año 2018, fue informado desfavorablemente por Patrimonio Cultural de la Xunta por lo que el Concello tuvo que cambiarlo y completar la documentación. En agosto de 2019 Patrimonio volvió a rechazárselo y pidió otro corregido, que envió en enero de 2020 y en este caso sí dio la autorización. El Ayuntamiento también pidió permiso a Augas de Galicia (está cerca del río Mendo y de un arroyo, además de ser zona con riesgo de inundación) en 2018, se lo negó al considerar insuficiente la documentación y tras modificarlo, le dio el visto bueno.