La Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galicia (Adega) rechaza el trazado actual que la Xunta ha iniciado para conectar la vía ártabra con la autopista AP-9, critica la gestión de la infraestructura y advierte de que mantener las obras paradas “unos nueve meses en pleno invierno” supondrá costes, que se pregunta quién asumirá. En un escrito firmado por uno de los miembros más conocidos de la junta directiva de la entidad, Amancio Sotillo, la asociación avisa de que el recorrido diseñado por la Xunta —en contra del criterio de vecinos y Concello, que abogaban por mantener la conexión de ártabra y autopista en Cuatro Caminos— amenaza el humedal de A Gándara y de que “el actual proyecto ya no responde a su razón de ser inicial, de vertebrar y planificar el territorio”.

Adega apunta que la vía ártabra se concibió para “comunicar directamente, desde el concello de Sada, la AP-9 y la autovía A-6” y con el fin de que se pudiera “viajar desde unos concellos a otros sin tener que pasar por la ciudad de A Coruña”. Sostiene la entidad que, sin embargo, el proyecto actual lleva a que “esta vía proyectada en un principio ya no es la vía ártabra”. Recuerda que el proyecto, además de desplazar la conexión a A Gándara, incluye playas de peaje, de lo que la asociación deduce que “la entrada en la AP-9, en su recorrido hasta la ciudad de A Coruña, va a ser de pago”. “Resumiendo, más negocio para Audasa, concesionaria de la AP-9, perjudicando y castigando económicamente, de este modo, a quien utilice este tramo de la autopista o, lo que es lo mismo, beneficiar unos intereses privados por en cima del beneficio colectivo”, critica Adega.

La entidad ecologista señala, asimismo, que las obras permanecen suspendidas de forma temporal, lo supondrá unos costes. “¿Quién se va a hacer cargo de los costes económicos de las obras iniciadas en el tramo entre la Nacional-VI y la AP-9? Obras que van a estar paradas unos nueve meses y en pleno invierno”, señala la asociación.

La entidad rechaza el proyecto y muestra su apoyo a la Asociación de Afectados polas Infraestruturas de Cambre, que desde hace años defiende el trazado por Cuatro Caminos. Adega cuestiona, además, los “intereses ocultos” y los responsables del proyecto, su modificación y su paralización.

La Xunta anunció la suspensión de las obras el pasado mes de julio. Aseguró que se retomarían en la primavera de 2022 y explicó que había que trasladar un tendido eléctrico y una conducción de gas, además de que el Gobierno gallego no contaba aún con el visto bueno del Ministerio de Transportes para conectar la vía con la autopista.

El Ejecutivo autonómico aseguró que en otoño se retomarían las obras pero solo para los retranqueos de la línea eléctrica y la conducción de gas. Las actuaciones “en todo el trazado incluyendo la conexión con la AP-9” quedarían pendientes de la autorización del Gobierno central para conectar la vía con la autopista. El alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, el regidor que más ha insistido en urgir a la finalización de la obra, consideró “un escándalo” su aplazamiento.