Silvia Boquete en la portería; Vanesa García, Alejandra Grela, Cristina Boquete, Cristina Moratilla y Laura Rodríguez, en la defensa; en el mediocentro Inma García, Natalia Rocha, Alba Suárez, Clara Martínez, Judith Abella, Dayana Báez y María Quintairos; y como delanteras Valeria García y Begoña López. Ésta es la alineación oficial del primer equipo femenino del Santa Cruz, que esta tarde juega su primer partido, un derby contra el Atlético San Pedro. Este estreno coincide en el año en el que el club celebra su 80 aniversario, con el año 1941 como referencia, aunque sus inicios se remontan a a los años treinta, cuando se llamaba El Arenas y curiosamente tuvo a una mujer como guardameta durante un tiempo, llamada Irene.

El Santa recupera ahora la presencia femenina en su club después de que en los años ochenta contase con un equipo que competía en una especie de liga no profesional con otros conjuntos de la comarca coruñesa. Este equipo femenino que se estrena hoy en la Liga Fútbol 7 A Coruña (donde son diez clubes) nace además como el relevo de aquellas primeras jugadoras. El camino que ellas abrieron a mediados de los ochenta lo continúan hoy sus hijas.

“Mi madre, Pura, en su época jugó en aquel equipo femenino junto a sus tías, primas y otras mujeres. Por eso yo quería contar con un equipo femenino, y al ver que ya es una realidad, ella está encantada. En aquellos años también jugaba mi padre y hermanos. Hasta yo ya tenía el carné del Santa cuando estaba en la barriga de mi madre. También juega mi hermana, Silvia, que es la portera. Al principio me decían que no iba a encontrar a nadie, pero al salir en redes sociales empezaron a llamar muchísimas”, explica Cristina Boquete, que además de jugar como defensa es la vicepresidenta del Santa.

Equipo femenino del Santa Cruz en los años ochenta. | // L.O.

“Creemos que el último partido de aquella competición femenina se jugó en 1987, apenas hay datos” añade Cristina Boquete, que recuerda la dificultad de compatibilizar el horario laboral y personal con los entrenamientos, que realizan a partir de las nueve de la noche, dirigidas por Alberto Prado. “Es complicado llegar a todo, trabajo, niños... pero lo pasamos muy bien, hicimos muy buen equipo y nos llevamos todas muy bien”, indica. La jugadora más joven tiene 18 años y la mayor 44.

Los primeros pasos para recuperar esta historia de fútbol femenino en el Santa Cruz se dieron en 2019, con las primeras reuniones para conformar un equipo y los primeros entrenamientos. En medio surgió la pandemia por el Covid e interrumpió todo, apenas pudieron jugar más de un par de amistosos. Con la mejora de la situación sanitaria retomaron los entrenamientos y por fin se estrenan hoy en liga, federadas, en un partido que comenzará a las 18.15 en el campo del club, el Leonardo Maceira (en Os Regos).

“Yo era malísima, pero me gustaba mucho, tengo muy buen recuerdo. Entrenábamos al lado de la casa de Pura. Yo iba porque iban mis amigas, aunque en aquella época era raro una mujer en el fútbol. Había alguna jugadora muy buena, como Sara. Yo tendría trece o catorce años. Me parece genial que ahora vuelva a haber un equipo femenino, ya en una liga”, señala Ana Mañana, exjugadora de aquella formación de mujeres de los ochenta.

“Yo entonces, tendría doce o catorce años, hacía muchísimo deporte. Jugué a fútbol sala, balonmano, atletismo... pero en fútbol solo en el de Santa Cruz. Dos compañeras de Lorbé eran muy buenas, estuvieron en el Karbo. Me parece estupendo que vuelva a haber equipo femenino, todo lo que sea deporte está muy bien, no sabía que se había formado”, señala Sara Taibo, otra antigua jugadora de aquella época. “Nuestra aspiración es aprender y disfrutar. Si perdemos lo celebramos también”, apunta Cristina Boquete, que admite estar “con un poco de nervio”, por el debut “y además un derby, por lo que habrá mucha gente en la grada”.

“Muchas de las integrantes no habían jugado nunca, esto es un comienzo. La idea es formar también a niñas en fútbol base. Hasta los catorce años juegan con los niños y después ya no. En otros clubes ya hay categoría cadete femenina”, indica Jano Miragaya, tesorero y secretario del Santa Cruz, que destaca el patrocinio de la comisión de fiestas de Santa Cruz, que puso su equipación y desde el principio confió en su proyecto.