El edificio de la calle Méndez Búa de Carral que la crisis dejó a medio construir hace ya más de una década ha salido a la venta por 4.095.000 euros. Se trata de un inmueble que pasó a manos de la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria y que lleva con la obra paralizada desde 2008.

El inmueble ha sido objeto de reiteradas quejas por parte del Concello, que instó en varias ocasiones a la promotora y a la Sareb a retomar los trabajos y a adoptar medidas de seguridad tras registrarse desprendimientos de varias losetas de la fachada.

La inmobiliaria Cisbar, con sede central en Lugo y especializada en el sector de Barreiros, anuncia en su web la venta de este edificio, que identifica con fotos y planos como el de la calle Méndez Búa de Carral, aunque en el texto menciona por error su cercanía a Cala Pedruscada, Cala Moll o Cala de n’Aguait, en Mallorca, entre otras imprecisiones.

La de Méndez Búa es la promoción más grande de las que pinchó en Carral tras el estallido de la burbuja inmobiliaria. Se trata de un enorme y céntrico edificio de cuatro plantas, con más de un centenar de viviendas. Su reactivación es un viejo anhelo del Concello carralés, que intenta desde hace años dar salida a las viviendas inacabadas, como las de esta promoción o las de Alto do Castro o la de Campo da Feira. Entre las tres suman cerca de 200 pisos.

A finales del pasado año, la Sareb atendió los requerimientos municipales y retiró las losas de la fachada del edificio de Méndez Búa que entrañaban peligro de desprendimiento. Según informó el pasado diciembre en 2021 el Gobierno local, la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria, popularmente conocido como banco malo, arregló también las humedades que provocaban los desprendimientos y abonó los 7.000 euros que el Concello gastó en la valla de protección instalada para proteger a los vecinos.

La entidad bancaria se comprometió además a ejecutar los cerca de doscientos metros de acera pendientes que rodean al inmueble y realizó también trabajos de retirada de elementos peligrosos en otros de los edificios embargados, el de Alto do Castro, además de construir aceras y otros elementos pertenecientes al espacio público.

En un misiva enviada al Concello carralés, la Sareb avanzaba hace unos meses al Ayuntamiento carralés su intención de finalizar los edificios de veinte viviendas de Campo da Feira y el de Alto do Castro, con cincuenta pisos, para poner ambos en venta.

El banco malo avanzaba entonces que ya estaba “redactando la memoria técnica y el presupuesto para valorar lo que falta por construir para terminar completamente la segunda fase del edificio” de Campo da Feira, según informó a este diario el por entonces concejal de Urbanismo, el socialista Pablo Couto, ahora en la oposición.