La iniciativa del Gobierno local de Arteixo para descarbonizar buena parte del servicio de transporte público municipal se ha encontrado con un obstáculo que la retrasará. Ninguna empresa presentó ofertas en el concurso público que inició a principios de mayo para adquirir tres minibuses de propulsión eléctrica, al que destinó un presupuesto máximo que rondó el millón de euros. Ahora el Concello asegura que volverá a iniciar otra licitación para adquirir estos vehículos, que estarán destinados a las rutas que recorren las zonas rurales.
El Ejecutivo local señala que no incrementará los fondos que destina a esta compra en el segundo concurso público, pero que sí modificará “características técnicas” para intentar aumentar el “arco de posibilidades de ofertas”, ya que considera que las bases pueden contener “características estrictas”.
El Ayuntamiento estableció en la licitación a la que no optó ninguna empresa que los tres minibuses debían disponer de una capacidad mínima de 15 pasajeros cada uno, su longitud no debía ser superior a ocho metros, su ancho tampoco podría ser mayor de 2,25 metros y tendrían que disponer de un doble sistema de rampa para personas con movilidad reducida (tanto automática como manual). Además, fijó que los tres vehículos debían ser del mismo modelo y que tendrían que tener una autonomía de funcionamiento mínima de diez horas.
