Los ediles del PP, PSOE y Alternativa desoyen el ultimátum de sus partidos y mantienen la moción de censura de Sada

Alfonso Rueda advierte a los concejales del PP que habrá “consecuencias” si persisten en esta operación | ”No vamos a cambiar de opinión digan lo que digan”, replica la portavoz

El alcalde, en primer término, y al fondo, los dos ediles de Alternativa dos Veciños.

El alcalde, en primer término, y al fondo, los dos ediles de Alternativa dos Veciños. / VICTOR ECHAVE

Los ediles del PP, PSOE y Alternativa dos Veciños de Sada mantienen la moción de censura para desalojar al alcalde, Benito Portela, de Sadamaioría, a pesar de las amenazas de expulsión o apertura de expediente disciplinario que les han hecho llegar desde la cúpula de sus respectivos partidos. No hay marcha atrás, dicen. “No vamos a cambiar de opinión digan lo que digan”, afirma tajante la portavoz del PP, Soraya Salorio.

El pleno se celebrará el próximo 18 de noviembre, a escasos seis meses de la cita con las urnas. Y, salvo que alguno de los nueve ediles firmantes dé un paso atrás, María Nogareda, portavoz de Alternativa, será la nueva alcaldesa de Sada.

Las ejecutivas del PSdeG y Alternativa dos Veciños han anunciado que expulsarán a los concejales díscolos. La dirección provincial del PP, más moderada, se limita de momento a decir que no autoriza esta operación y que se reunirá con los integrantes del grupo municipal para abordar el asunto. Los últimos en pronunciarse han sido los líderes del PPdeG y del PSdeG. “Los vecinos tienen ocasión de hablar en poco tiempo. La moción está desautorizada y ni el PP de A Coruña ni el de Galicia estamos de acuerdo”, apunta el El presidente de la Xunta y líder del PPdeG, Alfonso Rueda, que advierte a los ediles de su partidio que si siguen adelante con esta operación de censura habrá “consecuencias”.

El secretario xeral del PSdeG, Valentín González Formoso, advierte que no van a permitir estas “actuaciones unilaterales sin contar con la militancia ni la dirección del partido” y que iniciarán “de inmediato” un expediente de expulsión de los dos ediles. “En el PSOE de Sada vamos a iniciar un proceso de renovación para construir un proyecto de futuro para la localidad capaz de recuperar la ilusión y el apoyo mayoritario de los vecinos de Sada”, apunta.

La maniobra para desbancar a Benito Portela y aupar al sillón a su hasta ahora socia y portavoz de Alternativa dos Veciños, María Nogareda, dinamita la precampaña y pone la guinda a un mandato agrio, marcado por las tensiones entre la formación de la margarita y Sadamaioría. Unos desencuentros que llegaron a su punto álgido hace un mes, cuando la edil recriminó en pleno al alcalde su mala gestión, le acusó de poner “palos en las ruedas” a sus áreas y desafió a la oposición a apoyar una moción de censura.

El alcalde, Benito Portela, salió ayer al paso de las críticas de los impulsores de la moción, que defienden que actúan “obligados” por el “desbloqueo brutal”, la “opacidad” y el incumplimiento de los acuerdos plenarios: “El único bloqueo en los asuntos municipales es el que promovían los que ahora firman la moción: bloqueo interno en el gobierno y bloqueo en los plenos de algunos de los asuntos que ahora prometen resolver”, afirma el regidor, que sostiene que la “única motivación” de esta “moción sin causa ni motivo promovida por tránsfugas” es la “ambición de llegar a la Alcaldía” sin pasar por las urnas” y “desalojar a un gobierno que expresa la voluntad mayoritaria de la ciudadanía sadense”.

Portela insiste en que tras esta maniobra solo hay intereses “personales y personalistas” e ironiza con el hecho de que se pretenda desbancar a la lista más votada en las últimas elecciones para aupar a la Alcaldía a la fuerza que quedó en último lugar en los comicios.

Sus socios del BNG, tercera pata del fallido tripartito, reprueban también estas también a frenar esta “conspiración de salón”, un acuerdo de “tránsfugas” que “en nada beneficia las demandas reales de la sociedad sadense”.

La portavoz municipal de Alternativa, María Nogareda, deja claro que ni ella ni su compañero Breogán Blanco darán marcha atrás. Tampoco renunciarán a sus actas, como les pide el partido, que les acusa de “traición”.Replica que avisaron a la dirección de Alternativa de que la situación era “insostenible” y acusa a Sadamaioría de abocarles a esta situación por desoír sus advertencias, primero en privado y después a viva voz en los plenos: “Soy coherente. ¿Denuncio actuaciones que no son lícitas y después sigo donde estoy?. Damos el paso por responsabilidad, quiero entrar y salir con la integridad que creo que tengo”, defiende.

Los ediles del PSOE, María Pardo y Ramiro Blanco, tampoco parecen dispuestos a dar un paso atrás. La portavoz socialista acusa a la Ejecutiva del PSdeG de desentenderse de los problemas de Sada y afirma que advirtieron al partido en reiteradas ocasiones de las “graves” irregularidades perpetradas por el Ejecutivo municipal, concretamente por Sadamaioría. “No hay agrupación local, ni gestora, dimitió y estamos solos”, afirma María Pardo, que no ve que pactar con el PP ponga en entredicho su ideología: “Esto no va de siglas, yo soy socialista y seguiré siendo socialista, con o sin carné”, afirma.

La portavoz del PP, Soraya Salorio, admite que no pidieron permiso al partido para firmar la moción de censura. Niega que esta operación responda a intereses personales o ambiciones políticas, subraya que ella ya está de retirada y llama la atención sobre el hecho de que solo uno de los cinco ediles del grupo municipal, José Luis García Pazos, forma parte de la gestora del PP, que se constituyó el jueves, un día antes de la presentación de la moción. La edil asegura que los cinco ediles, incluido Pazos, se mantienen en sus trece. Es una decisión “meditada” , dice. “Lo único que nos mueve es el interés de los vecinos. Queremos desbloquear cuatro actuaciones para que vean que se pueden hacer las cosas de otra manera”, defiende.

Arranca la cuenta atrás. En 12 días la política municipal de Sada podría dar un vuelco de imprevisibles consecuencias. Un giro que multiplica las incógnitas de cara a una campaña que se presume convulsa y para la que ningún partido ha designado todavía a sus candidatos.

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