Sargadelos se opone a declarar BIC la fábrica de Sada y alega que carece de interés patrimonial

La reclamación del Concello de Sada, BNG y la Asociación Irmáns Suárez Picallo de declarar Bien de Interés Cultural todo el conjunto de Cerámicas do Castro y no solo el Museo Carlos Maside ha sido acogida con desdén e ironía por el grupo Sargadelos.

Su administrador único, Segismundo García, ha dirigido un escrito a la “eminentísima y conspicua” diputada Mercedes Queixas en el que cuestiona el interés patrimonial de la factoría y las razones que llevan a los nacionalistas a realizar esta petición.

“No acierto a comprender cuál puede ser el interés de catalogar BIC una nave industrial de fabricación cerámica como no sea el de molestar a los propietarios y trabajadores”, replica este empresario, que atribuye esta demanda a la “obstinación y terquedad de algunos colectivos y personalidades partidarias de las expropiaciones forzosas y antagónicos de la propiedad privada y el libre mercado”.

Segismundo García cuestiona la interés real en este patrimonio de los defensores en ampliar el BIC y recuerda que cuando tomó las riendas, Sargadelos “estaba en la ruina” y las “clases dirigentes y cultivadas” no aportaron fondos para su rescate: “Tuvo que aparecer un capitalista especulador e inculto, que arriesgando su patrimonio e invirtiendo mucho capital pusiera fin a la bancarrota”, ironiza.

El grupo Sargadelos rechaza también la demanda del BNG, el Concello de Sada y la asociación Irmáns Suárez Picallo de garantizar la participación del Laboratorio de Formas en la gestión del museo para preservar el legado original de los fundadores de este complejo a caballo entre el arte y la industria. “No sé si sabe que ese ente, sin actividad conocida desde hace más de cuarenta años, es una sociedad mercantil de varios socios”, replica a Queixas. El administrador único de Sargadelos tampoco se muestra dispuesto a mantener el nombre original del Museo Carlos Maside y defiende que tiene derecho a denominarlo “Museo SARGADELOS-Carlos Maside”. Defiende que el conglomerado mercantil que administra ha invertido más de 300.000 euros hasta la fecha en su apertura sin “cobrar ninguna subvención” y que “a nadie le debería extrañar que “trate de promocionar su nombre en aquellas actividades que son suyas o subvenciona”.

La Xunta limita el BIC al Museo Carlos Maside y no se ha pronunciado sobre las reclamaciones del Concello de Sada y el BNG, que instan a proteger todo el complejo, como se hizo con el de O Cervo, para preservar la filosofía que alumbró este proyecto pionero.