La Xunta autoriza la ampliación de la fábrica de piensos de Sada para producir hasta 300 toneladas al día

La Xunta ha dado luz verde a la ampliación de la fábrica de piensos de De Heus en Sada. La Consellería de Medio Ambiente ha formulado la declaración de impacto ambiental del proyecto presentado por la compañía para ampliar la producción hasta las 300 toneladas al año.

El Gobierno gallego concluye que la actuación es viable siempre y cuando la empresa promotora cumpla una serie de requisitos para evitar emisiones contaminantes, vertidos y minimizar las molestias por ruidos.

La compañía holandesa quiere aumentar la producción de piensos en la planta de Sada hasta llegar a las 300 toneladas por día, para lo que necesita una nueva línea de molienda, otra de granulado, un nuevo compresor de aire y otra batería de dosificación de microingredientes minerales y aditivos.

La ampliación de las instalaciones de esta factoría no supondrá un aumento de la superficie construida porque van a reordenar espacios. En la nave anexa donde se hace el ensacado se elevará la altura hasta los 8.10 meros, prolongando los pilares y cubriendo con chapa y panel sandwich, y ahí se ubicarán las nuevas maquinarias.

Las instalaciones de De Heus en Sada están ubicadas en Soñeiro, en una parcela de 15.406 metros cuadrados en las inmediaciones de los polígonos industriales de Bergondo y Espíritu Santo. La Consellería de Medio Ambiente destaca que la factoría se emplaza en un entorno muy “antropizado” sin presencia de hábitats protegidos.

La Dirección Xeral de Patrimonio Natural y el Instituto de Estudos do Territorio concluyen que “no es previsible que el proyecto genere efectos significativos”. Similares conclusiones a las que llegan Augas de Galicia y el Concello de Sada, que ven factible la ampliación con las medidas correctoras previstas por la empresa.

La declaración de impacto ambiental bendice la ampliación de esta fábrica de piensos con una serie de requisitos. Entre otros, la realización de un plan de seguimiento de los niveles de ruido, la instalación de barreras acústicas, medidas para evitar vertidos de aguas pluviales o protocolos de eficiencia energética.

La multinacional de origen holandés compró hace casi un lustro a Evialis Galicia la planta de Sada, que nació en 1974 a instancias de los propietarios de unas granjas de porcino que formaron una cooperativa para abastecer de alimentos compuestos a los animales de sus propias explotaciones.

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