La curva que vio morir al maestro de la República

Docente innovador, escritor, hombre comprometido con diversas causas sociales y fundador, entre otros, del Ateneo de Cultura Política y Social de Sada. Así fue Rafael Fernández Casas, maestro de varias escuelas de la provincia de A Coruña durante la Segunda República; la última de ellas la de Souto, en Carnoedo, Sada. Vinculado al Partido Galeguista y a la UGT, Fernández Casas fue fusilado el 20 de agosto de 1936, al poco tiempo del estallido de la Guerra Civil, el mismo día de su detención. Su asesinato se produjo junto con el de otros vecinos de la zona en el kilómetro 47 de la carretera de Agolada-Betanzos, en la parroquia de Trasanquelos, en Oza-Cesuras. Dejó, demasiado pronto y contra su voluntad, mujer e hijos, el más pequeño de ellos con tan solo seis meses. Mañana a las 12.00 horas el BNG y la asociación cultural Irmáns Suárez Picallo rendirán homenaje en Trasanquelos a Fernández Casas, maestro incómodo para las fuerzas sublevadas que pujaban por repartirse el país.

Los restos del profesor nunca han sido encontrados y, ahora, aquel niño de seis meses que nunca pudo conocer a su padre —y que hoy tiene 88 años, Orientado Fernández— los busca en el cementerio de Trasanquelos gracias al apoyo de la asociación Suárez Picallo de Sada y al grupo de investigación de la Universidade de Santiago Histagra, que ha utilizado un georradar con el fin de localizar la fosa común. “Para mí sería una satisfacción enorme encontrar a mi padre, guardaría algún resto en una bolsita”, afirma Orientado Fernández. “Traeríamos los restos a Devesos, cerca de Ortigueira, porque nosotros vivimos aquí y tenemos enterrada en un panteón a mi madre y los pondríamos juntos”, señala el hijo del represaliado, quien expresa su deseo de “pasar página”, porque “ya va siendo hora”. Su nombre, tan poco común, proviene del alias que tenía su padre Fernández Casas en la logia masónica a la que perteneció, “Orientado”.

Un lugar de memoria histórica

La asociación Hermanos Suárez Picallo solicitará que sea declarada “lugar de memoria” la curva de Trasanquelos en la que fue fusilado Fernández Casas y, si aparecen los restos de los represeliados, también la fosa común. El secretario general de la asociación y exalcalde de Sada por el BNG, Abel López, declara que esto es posible gracias a la ley de Memoria Democrática. “Su hijo siempre tuvo interés en profundizar en el conocimiento de su padre y en intentar recuperar sus restos”, indica López. Algo cada día un poco más cerca gracias a los avances en tecnología.

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