Eduardo Alonso: “La creación no se puede aprender”

Teatro do Noroeste plantea mañana en Arteixo con ‘Gloria Nacional’ el dilema del arte

Miguel Pernas, durante una función de ‘Gloria Nacional’.   | // CÉSAR SEIJAS

Miguel Pernas, durante una función de ‘Gloria Nacional’. | // CÉSAR SEIJAS / Daniel Abelenda Lado

Daniel Abelenda Lado

Daniel Abelenda Lado

“El concepto de arte está muy devaluado en su sentido esencial de creación”, asegura el autor y director teatral, Eduardo Alonso. Mañana (20.30 horas), la compañía Teatro do Noroeste lleva a escena en el centro cívico Manuel Murguía de Arteixo la obra Gloria Nacional, creada por el propio Alonso, con Miguel Pernas, Luma Gómez y Manuela Varela en el reparto. Las entradas tienen un precio de cuatro euros

La pieza aborda los conflictos que sufre un artista de reputación internacional a la hora de iniciar un nuevo proyecto en su propio país, donde le consideran su propia “gloria nacional”. Al recibir el encargo de elaborar una gran escultura “que represente a la nación” se encuentra inmerso en una crisis creativa.

“Crear es problemático hasta para los propios creadores, que tienen que pelear contra sus propios límites”, explica el director. En su caso, a él mismo le ocurrió a la hora de concebir esta comedia. “Los artistas, ya escriban, pinten o esculpan, aunque hayan hecho muchas piezas, se encuentran como la primera vez en cada ocasión que comienzan un proyecto nuevo”, razona Eduardo Alonso. Al profundizar en este punto, el director justifica que de las experiencias del pasado se pueden afianzar técnicas y destrezas asimiladas. “Pero la creación no se puede aprender”, matiza. Reconoce, además, que en el caso de los escultores, como el protagonista de esta trama, es todavía más complicado. “Este escultor trabaja con la piedra, granito, concretamente, un material que es muy poderoso. Se trata de una lucha entre el ser humano y la materia para conseguir la creación”, sugiere el director de teatro.

Sobre ese dilema, trasladado al mundo real, cree que el arte se encuentra en un momento “muy conflictivo” al estar al servicio de la explotación más que de su esencia de libertad creativa. “Se devalúa el concepto del ser humano como constructor de imaginarios”, asume Eduardo Alonso. Deja caer, también, la relación de servidumbre entre las disciplinas artísticas con la política. “Se pretende que el arte esté al servicio de la Administración, cuando debería ser esta la que estuviese a disposición del arte”, apunta.

Otro de los asuntos que aborda la pieza que llevarán a escena en el centro cívico arteixán es el concepto de nación. “Al protagonista, Uxío, le cuesta mucho encontrar la forma de representar ese concepto y decide que no va a seguir instrucciones, sino que se va a guiar por su propio instinto”, adelanta el autor de Gloria Nacional.

Sin adelantar el desarrollo de la trama, Alonso desvela que la escultura realizada por el protagonista deja en los personajes que la contemplan una sensación común: “está inacabada, como su propia nación”. “Es un grito tribal para que todos se sienten junto a ella”, cita, al parafrasear a uno de los personajes de su obra.