La retirada de la licencia que tanto temían los armadores coruñeses que faenan en Gran Sol no se ha hecho esperar. La Secretaría General de Pesca comunicó ya a la asociación coruñesa Arpesco que tres de sus seis buques no podrán volver a trabajar en el caladero a partir de hoy mismo tras corroborar que los pesqueros -el Siempre Elife, el Muxía y el Nuevo Amada Primero- sobrepasaron ya la cuota de merluza que le fue asignada para este ejercicio. Fuentes de la asociación afirman que es cierto que consumieron el total de capturas con el que contaban en algunas zonas pero denuncian que, según el reglamento pesquero, podrían faenar en la zona VIII, en la que todavía disponen de cupo, tanto de merluza como de rape.

"En ese punto falla la Secretaría, ya que ordena la retirada para todas las zonas cuando no trabajaron ni una sola marea en la zona VIII, donde disponen de cuota. Además, en las zonas donde sobrepasaron el cupo -las VI y VII-, todavía tienen posibilidades de pesca de rape", señalan fuentes de Arpesco, que aseguran que estudiarán lo sucedido con sus abogados para denunciar a Pesca "por prevaricación". Y es que los armadores tenían pensado ya preparar una querella contra la Secretaría, a la espera de la llegada de retirada de licencias, que preveían recibir en el mes de julio. "Ahora sí que ya vamos a conseguir todas las pruebas para ir adelante con la denuncia", aseguran.

Uno de los buques afectados, el Siempre Elife, fue el origen de la "indignación" entre los armadores coruñeses contra el Gobierno, dado que le suspendieron ya dos veces su licencia en lo que va de año por una supuesta infracción en los datos de descarga. "Han conseguido lo que querían, retirarle definitivamente el permiso. Después de esto, ya no podemos quedarnos callados sin hacer nada, porque estamos siendo discriminados frente al resto de puertos de Galicia", denuncian los armadores.

Fuentes de Arpesco insisten en que los buques coruñeses "juegan en desventaja" debido a que en otro puerto del sur de Galicia, dicen, hay una persona que avisa a los buques antes de su llegada sobre si habrá inspectores en los muelles o no. "Así los que descargan allí pueden engañar en la declaración de capturas. Esos buques descargan tres veces lo que declaran, y nosotros aquí nos quedamos sin licencias", critican los armadores coruñeses.

Otro de los buques que no podrán faenar en Gran Sol es el Muxía, que amarró la semana pasada a puerto por falta de cuotas y el "temor" a ser controlado de forma "tan exhaustiva" como el Siempre Elife.

El último barco al que Pesca retiró la licencia es el Nuevo Amada Primero, que iba camino del caladero cuando Arpesco recibió la notificación de Madrid. "Lo que han hecho es una chapuza, porque enviaron el correo un viernes por la tarde, cuando saben que no hay nadie en las oficinas", sentencian miembros de la asociación. "Si llega a faenar, le caería una buena multa", añaden.

La flota coruñesa que faena en Gran Sol se ve ahora reducida a la mitad, al contar solo con tres de los seis barcos que la componen: el Laxe Dos -amarrado a puerto por "miedo"-, el Portomar y el Xoan Moucho. "Estos tres no saben cómo reaccionar ahora, tienen miedo. Y es que parece que lo único que quiere Pesca es acabar con nosotros", sentencian fuentes de Arpesco.