Los armadores del cerco gallego que decidieron acogerse a las ayudas prometidas por el Gobierno tras el cierre de la pesquería de sardina el 20 de septiembre se han visto forzados a solicitar créditos para poder cumplir con sus obligaciones, entre ellas, pagar a los marineros. El Ejecutivo decretó la prohibición de pescar esta especie hace casi tres meses y el sector continúa sin noticias sobre de la publicación la orden que regulará estas subvenciones.

Así lo explicaron ayer fuentes de la Cooperativa de Armadores de Vigo (Arvi), que afirman que ante el retraso de la Administración en conceder las ayudas solicitadas, algunos de los cerca de veinte cerqueros que se acogieron al plan tuvieron que acudir a entidades financieras. "Tenían que seguir pagando religiosamente sus obligaciones con la Seguridad Social, por ejemplo", apuntaron, a la vez que aseguraron que todavía no saben cuando podrán cobrar estas subvenciones.

La Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga), que representa a 130 buques del cerco gallego de los 152 que hay en la comunidad, explicó que la situación provoca que los armadores "lleguen a ese punto, tal y como están las cosas". Así lo cree el representante de la asociación, Andrés García, que destacó que el Ministerio debe estar a punto de publicar la orden, pese a que, al igual que la Cooperativa de Armadores, no sabe nada de ella todavía. "La flota que decidió acogerse a la parada está bastante mal y preocupada por la situación", añadió.

La portavoz en el Congreso del BNG, Olaia Fernández Davila, preguntó al secretario general de Pesca, Andrés Hermida, por estas subvenciones además de por las ayudas a la flota gallega expulsada de Mauritania (durante el encuentro que mantuvieron la semana pasada para abordar los problemas del sector), aunque el titular de Pesca se limitó a decir que la demora se debe simplemente a cuestiones administrativas. Ya han pasado 83 días desde que el cerco gallego y los xeiteiros dejaron de pescar esta especie, después de que el Ejecutivo decretase el cierre en aguas ibéricas, en las zonas VIIIc (desde el País Vasco hasta Finisterre) y IXa (de Finisterre hasta el golfo de Cádiz).