Galicia, la “república de los sueños” de Nélida Piñón

“Cuando llegué con diez años fue un universo extraordinario que cambió mi vida para siempre”, dijo la escritora brasileña con raíces en Cotobade | La influencia gallega marcó su identidad y su obra

Su última visita a Ribadumia, en octubre La imagen corresponde al pasado 1 de octubre, cuando Nélida Piñón recibió posiblemente el último homenaje de la tierra de sus ancestros. Fue en el pazo Quinteiro da Cruz, en Ribadumia, donde la agasajaron con el programa ‘Un té para Nélida’. La escritora brasileña mantenía una gran amistad con la familia Piñeiro, propietaria de Quinteiro da Cruz, y en 2014 inauguró en Ribadumia ‘O bosque das palabras’.

Su última visita a Ribadumia, en octubre La imagen corresponde al pasado 1 de octubre, cuando Nélida Piñón recibió posiblemente el último homenaje de la tierra de sus ancestros. Fue en el pazo Quinteiro da Cruz, en Ribadumia, donde la agasajaron con el programa ‘Un té para Nélida’. La escritora brasileña mantenía una gran amistad con la familia Piñeiro, propietaria de Quinteiro da Cruz, y en 2014 inauguró en Ribadumia ‘O bosque das palabras’. / Rafa López/A.L.

Rafa López/A.L.

Si la verdadera patria es la infancia, como decía Rilke, la de Nélida Piñón Cuíñas (Río de Janeiro, 3 de mayo de 1937–Lisboa, 17 de diciembre de 2022) dio un vuelco cuando visitó Galicia por primera vez, a los diez años de edad. “Cuando llegué por primera vez, el barco atracó en Vigo. Venía del sol [de Brasil] y hacía frío y llovía. Y las mujeres iban todas de negro. El gallego también me asustó entonces, me parecieron gritos. (...) Luego comencé a sentir la dulzura de la lengua y de las personas, que destilaban una ternura inmensa”. Quedó impresionada por las tierras de Xesteira y Borela, en Cotobade, lugares de procedencia de sus abuelos: “Me enamoré de Galicia. Cuando llegué a Brasil después de estar aquí lloré durante días y días por la tristeza de dejar Galicia. Tengo Galicia tan viva dentro de mí...”. Así contaba la autora de La república de los sueños su primera toma de contacto con la tierra de sus ancestros, tan determinante en su identidad y en su obra.

Nélida Piñón estrecha la mano de un gaiteiro duranteun homenaje en Cotobade en 2013.   | // GUSTAVO SANTOS

Nélida Piñón sonríe a Xosé Luís Méndez Ferrínen un acto el 28 de octubre de 2005. | // J.D.A / Rafa López/A.L.

Hija de padres gallegos de Cotobade y Carballedo (Pontevedra). Nélida Piñón “siempre reivindicó, pública y reiteradamente, su origen gallego como constitutivo de su identidad personal, expresiva e intercultural”, como ha recordado la Real Academia Galega, de la que la escritora brasileña y española —aceptó la doble nacionalidad este mismo año en Río— era miembro de honor desde 2014. La demostración más palpable es que su novela más elogiada, A república dos sonhos (1984), está basada en la historia de emigración de su familia, que comenzó hacia 1910. Su abuelo materno Daniel —Nélida es un anagrama de este nombre, según ella mismo descubrió—, emigró desde Pontevedra a Brasil.

Con Feijóoen el Albariñode 2018.

Nélida Piñón estrecha la mano de un gaiteiro duranteun homenaje en Cotobade en 2013. | // GUSTAVO SANTOS / Rafa López/A.L.

El nombre de Nélida Piñón empezó a sonar en Galicia algunos años antes de que se editase La república de los sueños. El 26 de marzo de 1981, se daban a conocer los preparativos del que iba a ser el primer congreso de escritores en lengua gallega los días 2, 3 y 4 de mayo de ese año en Poio. Su lema era “mil primaveras máis para Galicia”, la frase de Álvaro Cunqueiro, fallecido menos de un mes antes. Se anunciaba la presencia de una tal Nélida Piñón, junto a escritores como Rafael Dieste, Anxel Fole, Ricardo Carballo Calero, Basilio Losada... Alfonso Pexegueiro, secretario de la Asociación de Escritores en Lingua Galega, explicaba que Piñón era “una autora de una novela traducida al castellano y bastante divulgada, Tebas de mi corazón”, publicada en 1974. La escritora brasileña había debutado veinte años antes, en 1961, con Guía-mapa de Gabriel Arcanjo, pero entonces el mundo estaba menos globalizado y los ecos de su calidad literaria tardaron en cruzar el charco. El caso es que Nélida Piñón nunca llegó a asistir a aquel acto de afirmación de la cultura gallega que se celebró en el Monasterio de Poio. “Nélida Piñón ficou en Brasil por falla de cartos”, aclararon los organizadores.

En 1989, Nélida Piñón ingresaba en la Academia Brasileña de Letras. La prensa la describía como una “apasionada por la lengua portuguesa, en la cual incluye el gallego antiguo, que aprendió desde niña, cuando viajó por primera vez a la tierra de sus padres”. “Es muy importante que la Academia acepte a una escritora como yo, mujer y progresista, que admite el peso de la tradición para ponerlo al servicio del hombre”, declaró.

El primer gran reconocimiento oficial de Galicia hacia Nélida Piñón se decidió el 1 mayo de 1992, en el Consello de la Xunta entonces presidido por Manuel Fraga. El Gobierno autonómico acordó concederle la medalla Castelao.

En septiembre de 1993 acudió al 60 Congreso del PEN Club en Santiago, donde, entre otros colegas, coincidió con Rosa Montero. Ya antes, a mediados de los 80, asistió a encuentros de los precursores del PEN Galicia, coincidiendo con jóvenes escritores como Carlos Casares y Xosé Ramón Pena.

En 1998, poco después de convertirse en la primera mujer en presidir la Academia de Brasil, es nombrada doctora honoris causa por la Universidad de Santiago, siendo también la primera mujer que recibe esa distinción. En un artículo en Faro de Vigo, Xosé Luís Méndez Ferrín se hizo eco del acontecimiento y mencionó a la madre de la escritora, Carmen Cuíñas Piñón, y sus “pálidos y queridos ancestros. A saber: Amada Morgade Lois, Daniel Cuíñas Cuíñas, Lino Piñón Muíños. Toda ela boa e honrada xente do país frío de Cotobade”.

“Este nombramiento, en cierto modo, concreta el retorno a mi centro sagrado, que es Galicia”, declaraba entonces al periodista J.B. Salgueiro. “Siempre me sentí diferente a las otras niñas. En mi casa comía pulpo, con aquellas ocho pierniñas. Siempre fui una niña sensible, muy atenta a todo. Notaba que era hija de dos culturas”. Y volvió a referirse a su desembarco en Galicia: “Cuando llegué, con diez años, fue un universo extraordinario que para siempre cambió mi vida, mi imaginario, y a partir de entonces soy una mujer universal”. Añadió que su obligación era “promover Galicia”, porque “en América decían que era cosa de pobriños, gente ignorante... Con mi autoridad intelectual probé que no. Galicia es un gran país y de grandes orígenes”.

En 2004 se avanza que el Concello de Cotobade nombraría hija predilecta a la escritora brasileña, íntimamente vinculada a la localidad natal de sus dos abuelos, Daniel Cuíñas y Amada Morgade. “Estou emocionada. Eu son galeguiña”, decía al recibir el reconocimiento, un año después.

El 15 junio de 2005 se anuncia la concesión del Príncipe de Asturias de las Letras. “Soy una escritora de un país mestizo como Brasil e hija de gallegos. Tanto Galicia como España tienen un peso importante en mi imaginario y en mi formación cultural”, reconoció entonces. Poco después, en octubre de 2005, intervino en un acto presentado por Xosé Luis Méndez Ferrín. “Estar en Galicia es estar en mi casa, en la fuente de mis memorias”, dijo la escritora en una cita a la que acudieron sus primos, María Amparo y Lino Piñón, y su ahijada, Marina Nélida Pazos, así como los escritores María del Carmen Kruckenberg, Antonio García Teijeiro y Alfonso Pexegueiro.

El 27 de septiembre de 2014 ingresa en la RAG como miembro de honor. “Mi familia me transmitió la noción de que era un privilegio venir de una Galicia cuya herencia estaba autorizada a reclamar”, proclamó en su discurso.

Sus últimos años estuvieron llenos de homenajes en Galicia, como su investidura como Dama do Albariño en 2018. Sin embargo, cuando veraneaba en España lo hacía en Cataluña y no aquí. Le reveló la razón a la periodista de Prensa Ibérica Carmen Villar durante una entrevista en 2009: “Si fuese una campeona que pudiera comprar una casa deslumbrante aquí, lo haría. Vengo mucho a Galicia y hablo con mucha pasión de ella, pero voy a Cataluña porque mi agente literaria, Carmen Balcells, es una gran amiga y me quedo en su casa. Es como una familia. Su tercera nieta lleva mi nombre”.

Cerdedo-Cotobade decreta tres días de luto

La Corporación Municipal del Concello de Cerdedo-Cotobade decidió ayer, por unanimidad de los tres grupos políticos que la conforman, decretar tres días de luto oficial por la muerte de Nélida Piñón, Hija Adoptiva de este concello pontevedrés.

El alcalde de Cerdedo-Cotobade, Jorge Cubela, manifestó que con el fallecimiento de la escritora hispanobrasileña “péchase un capítulo glorioso da literatura universal que tiña no noso concello e máis concretamente na parroquia de Borela un nexo de unión espiritual e afectivo que servía moitas veces de fonte de inspiración para a súa creación literaria”. “Nélida era unha muller irrepetible que tivemos o luxo e o pracer de recibir hai escasos meses en Borela durante a súa derradeira estancia na ‘súa terra’. Era filla adoptiva e embaixadora de luxo do noso concello alá por onde fora. Así, exprimimos a súa predisposición para facer máis grande culturalmente ao noso concello cun sinfín de iniciativas”, añadió el regidor.

Cubela recordó que, desde 2014, el Concello de Cerdedo-Cotobade impulsa la celebración del Concurso de Relatos Breves Nélida Piñón, cuya tercera edición fue presentada en octubre por la propia escritora en la Casa do Pobo de Borela que lleva su nombre. Además, participó en 2105 en la inauguración de la reforma de la Casa do Pobo, que pasó a llamarse “Casa da Cultura Nelida Piñón”. “Sempre estivo en contacto comigo, dábame sabios consellos e preocupouse ata o derradeiro momento por Borela e pola súa terra”, aseguró el alcalde de Cerdedo-Cotobade.

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