Musk sopesa un pago mensual para X

El dueño de la red social antes conocida como Twitter defiende que la tarifa general ayudaría a eliminar la acción de los ‘bots’ | Avanza que sería una cantidad “pequeña”

Elon Musk, dueño de la red social X.

Elon Musk, dueño de la red social X. / Rafa López

Rafa López

Los días de gratuidad de X, la red social antes conocida como Twitter, pueden estar contados. El multimillonario estadounidense Elon Musk, dueño de esta plataforma, indicó ayer que sopesa cobrar una pequeña cantidad mensual a todos los usuarios, no solo a los suscriptores de X Premium, que abonan 11 euros al mes por ventajas como publicar mensajes largos y evitar el bombardeo de tuits (o “posteos”, como se diría ahora) publicitarios. El motivo —o la excusa, según se mire— para exigir este pago es deshacerse de los ejércitos de bots maliciosos, perfiles automáticos que, entre otras cosas, perpetran acosos planificados y difunden bulos.

En un encuentro con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en las oficinas de Tesla en Fremont, California, Musk explicó que una suscripción para todos los usuarios de X elevaría “el coste efectivo de los bots y obligaría a los operadores a utilizar un nuevo método de pago para cada cuenta. “Vamos a pasar a tener un pequeño pago mensual por el uso del sistema”, afirmó el multimillonario estadounidense, propietario también de Tesla y SpaceX. Añadió que configurar los “bots” cuesta “una fracción de un centavo”, por lo que aumentar el coste de una cuenta a “unos pocos dólares o algo así” podría desanimar a los operadores que ponen en marcha dichos perfiles automáticos. “Además, cada vez que un creador de bot quisiera crear otro bot, necesitaría otro método de pago nuevo”, avanzó.

Todo esto se produce tras desplomarse los ingresos publicitarios de X en un 60 por ciento después de la compra de la plataforma por parte de Elon Musk. La operación se inició en abril del pasado año y supuso el desembolso de 44.000 millones de dólares. Los anuncios constituyen la principal fuente de ingresos de esta plataforma, y Musk atribuye esta fuerte caída a un boicot de los anunciantes contra el modo en que el magnate ha dejado proliferar contenidos inapropiados o de odio, incluidos los antisemitas.

La reacción de muchos usuarios con miles de seguidores ha sido asegurar que dejarían X si se generaliza el pago. La mayoría ya tienen perfiles en plataformas similares como Mastodon o Threads, alternativa de Facebook a la red social antes conocida como Twitter.

El malestar de muchos usuarios por la futura exigencia de un pago mensual se suma a las constantes quejas por la gestión de los contenidos y los bloqueos. Musk ha declarado que la red social tendía a la “extrema izquierda” cuando él la adquirió y que quería compensar ese sesgo ideológico.

Inteligencia Artificial, “la mayor amenaza contra la civilización”

Además de defenderse de las acusaciones de antisemitismo ante Benjamin Netanyahu, Elon Musk describió a la Inteligencia Artificial (IA) como “potencialmente la mayor amenaza contra la civilización”. “Queremos asegurarnos de que la tecnología sea algo que beneficie a la humanidad en la mayor medida posible”, dijo Musk durante el diálogo con el primer ministro israelí. “Solo queremos asegurarnos de que estamos guiando las cosas hacia un futuro positivo y no negativo”, agregó. Por su parte, Netanyahu celebró la aportación de la IA en múltiples campos como la medicina, la agricultura y la industria, pero advirtió también sobre los peligros que conlleva para las democracias, el crimen organizado y los conflictos bélicos y destacó que “se está acabando el tiempo” para hacer frente a estos desafíos. “La pregunta principal es qué podemos hacer internacionalmente, a nivel global, para contener esta amenaza”, señaló el mandatario israelí, quien propuso la posibilidad de crear un código de ética o de conducta entre países aliados para evitar un “caos asegurado”, informa Efe. Además, comparó los peligros de complejas herramientas de inteligencia artificial en manos de “malos actores” como Irán con la posibilidad de que estos obtengan armas nucleares.

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