'Las Mosqueteras' de Aspace Coruña: “Una para todas y todas para una”

Once usuarias con parálisis cerebral integran el primer grupo de mujeres de la asociación, un espacio de intimidad seguro en donde pueden abordar todos aquellos temas que les preocupan y que afectan a su colectivo

De izquierda a derecha, Chus Sánchez, Gisela Galeiras, la trabajadora social Verónica Álvarez, Pilar Díaz, Elena Viñas, Alicia Martínez, la psicóloga Coral Vázquez, Vanessa Escudero, María José Francos, Mónica Suárez, Begoña García, Virginia Suárez, y Chon Rouco, esta semana, en las instalaciones de Aspace Coruña, en Sada.

De izquierda a derecha, Chus Sánchez, Gisela Galeiras, la trabajadora social Verónica Álvarez, Pilar Díaz, Elena Viñas, Alicia Martínez, la psicóloga Coral Vázquez, Vanessa Escudero, María José Francos, Mónica Suárez, Begoña García, Virginia Suárez, y Chon Rouco, esta semana, en las instalaciones de Aspace Coruña, en Sada. / Iago López

A Virginia le preocupan, especialmente, la regla y la sexualidad. También a Chon, con pareja desde hace nueve años, y a Elena, que en agosto hará dos de relación. Pilar, con más de siete décadas a sus espaldas, nunca ha ido al ginecólogo, aunque se plantea hacerlo “para ver lo que es”. Y Alicia, que sí ha visitado a ese especialista, se queja de que las camillas de las consultas no están adaptadas para las mujeres con movilidad reducida. Concuerda con ella Chus, convencida de que, en general, hay “mucho machismo”. María José lo argumenta: “El mundo de la maternidad recae en las mujeres. Las que se encargan del cuidado de los bebés y los niños son, habitualmente, las madres”. La mayoría asiente.

Estamos en una reunión con ‘Las Mosqueteras’, el primer grupo de mujeres de Aspace Coruña, integrado por once usuarias con parálisis cerebral de esa asociación. Un espacio de intimidad seguro en el que Virginia Suárez, Chon Rouco, Elena Viñas, Pilar Díaz, Alicia Martínez, Chus Sánchez, María José Francos, Gisela Galeiras, Vanessa Escudero, Mónica Suárez y Begoña García pueden hablar de todo aquello que les preocupa y que afecta a su colectivo. Lo hacen acompañadas de la psicóloga Coral Vázquez y la trabajadora social Verónica Álvarez, quienes además aprovechan las sesiones para “acercarles temas sociales importantes”, que muchas de ellas desconocen, como los estereotipos de género, la violencia machista, los diferentes tipos de maltrato o el abuso sexual.

“Esta actividad empezó a gestarse a finales del año pasado, cuando nos visitó la Cooperativa A Morada para darnos formación en temas de igualdad, derechos, cuestiones relacionadas con la salud de la mujer, estereotipos de género... La idea gustó y, a partir de ahí, creamos este grupo de ‘Las Mosqueteras’. Un nombre que decidimos por eso del ‘una para todas y todas para una’. Esa es un poco nuestra filosofía: ser una piña, conocernos más y dar un poquito de guerra”, explica la psicóloga Coral Vázquez sobre un proyecto que, entre otros objetivos, se propone crear un espacio de seguridad donde estas once mujeres con parálisis cerebral puedan expresar sus sentimientos y emociones con libertad, sin ser juzgadas y respetando la diversidad; potenciar el autoconocimiento de los propios cuerpos y abordar temas relacionados con la salud femenina; reconocer e identificar los estereotipos de género y las dificultades que suponen; y promover la igualdad entre hombres y mujeres en Aspace Coruña.

De izquierda a derecha, Alicia Martínez, la psicóloga Coral Vázquez, Vanessa Escudero, y María José Francos, durante una reunión de ‘mosqueteras’, esta semana, en las instalaciones de Aspace Coruña, en Sada. |  // IAGO LÓPEZ

De izquierda a derecha, Alicia Martínez, la psicóloga Coral Vázquez, Vanessa Escudero, y María José Francos, durante una reunión de ‘mosqueteras’, esta semana, en las instalaciones de Aspace Coruña, en Sada. / Iago López

“En Aspace Coruña hay chicas que viven aquí, otras que vienen al centro de día... Pasamos muchas horas juntas, pero la realidad es que espacios de intimidad, conocimiento y sororidad tampoco había”, apunta la trabajadora social Verónica Álvarez, quien resalta que el grupo de ‘Las Mosqueteras’ busca precisamente eso: “Crear un espacio seguro, de intimidad, donde poder hablar de temas que nos preocupen. Incluso abordar temas que, aun sin preocuparnos, sean interesantes y queramos conocer. Construir esos lazos más allá de la convivencia diaria y de las prisas del día a día”.

Respeto. Confidencialidad. Intimidad. Compromiso. Confianza. Apoyo mutuo. Escuchar y escucharnos. No juzgarnos. Autoamor. Disfrutar y divertirnos”. Son los diez ‘mandamientos’ que sientan las bases del grupo de ‘Las Mosqueteras’ de Aspace Coruña, acordados por sus once integrantes y expuestos en una cartulina en las instalaciones de la entidad, en el lugar de O Casteliño, en Sada. “Con las compañeras podemos hablar de todo. Me siento muy cómoda”, apunta Chon. “Aquí siempre podemos hablar cosas que en casa no las hablamos por pudor”, reconoce Begoña. “Es un espacio para apoyarnos y para reírnos también”, añade Alicia.

Chon Rouco, integrante de 'Las Mosqueteras' de Aspace Coruña.

Chon Rouco, integrante de 'Las Mosqueteras' de Aspace Coruña. / Iago López

“Con las compañeras podemos hablar de todo. Me siento muy cómoda”

Chon Rouco

— Integrante del grupo 'Las Mosqueteras' de Aspace Coruña

En las reuniones de ‘Las Mosqueteras’ pueden hablar de cuestiones que son un poco más íntimas, y que quizás delante de los chicos les da un poco más de corte tratar. Por ejemplo, el tema de la regla, la sexualidad, la menopausia...”, enumera Coral, la psicóloga, antes de apuntar que “también hay dudas, y mucho desconocimiento, sobre la salud sexual”. “Ya sobre el conocimiento del propio cuerpo. Muchas de estas mujeres no se han visto nunca en un espejo. El desconocimiento es muy grande, por eso lo que hacemos en este grupo es abordar temas que para ellas son súper importantes, y que en la familia a veces no se tratan porque la sobreprotección siempre ha estado muy presente, y más con las chicas que con los chicos”, recalca.

A Virginia, la benjamina del grupo, de 31 años (cumplidos este mismo sábado), le preocupan especialmente dos temas, la regla y la sexualidad, porque en su casa “no se hablan”, por eso se siente “mucho más cómoda” tratándolos entre mosqueteras. Algunas de ellas tienen pareja, como Chon, a quien también le preocupa la sexualidad, aunque tampoco habla de este tema en casa porque su madre es una persona mayor; o como Elena, quien cuenta que su hermana y su madre “decían que sí” le habían hablado de “estos temas”, aunque ella tiene “dudas”. “Ahora sí” se siente cómoda abordándolas con su entorno.

8-M, Día internacional de la Mujer

La iniciativa arrancó el pasado 2 de febrero, cuando ‘Las Mosqueteras’ de Aspace Coruña celebraron su primer encuentro y, tal y como explica Verónica, la trabajadora social, la idea es “reunirse una vez el mes”, en concreto, “cada primer viernes”, aunque en marzo han hecho una excepción, posponiendo la segunda sesión de la actividad para este pasado viernes, 8-M, Día internacional de la Mujer. Una fecha marcada en púrpura en el calendario, que aprovecharon para presentar oficialmente el grupo a todos los usuarios y profesionales de la entidad. Además, durante el acto conmemorativo del 8-M en Aspace Coruña, las once mosqueteras tomaron la palabra, en representación de todas sus compañeras, para reivindicar el papel de la mujer en la sociedad. “Son muchos los avances conseguidos, pero aún nos queda otro tanto por conseguir en materia de igualdad”, advirtieron durante su intervención, en la que también manifestaron su “deseo” de “lograr un mundo verdaderamente justo, donde las mujeres gocen de igualdad de trato y oportunidades”.

De izquierda a derecha, Chus Sánchez, Gisela Galeiras, la trabajadora social Verónica Álvarez, Pilar Díaz, Elena Viñas, Alicia Martínez, la psicóloga Coral Vázquez, Vanessa Escudero, María José Francos, Mónica Suárez, Begoña García, Virginia Suárez, y Chon Rouco, esta semana, en las instalaciones de Aspace Coruña, en Sada.  | // IAGO LÓPEZ

En primer plano, Chon Rouco; a su lado, Virginia Suárez; y, al fondo, Begoña García, comparten con el resto de ‘mosqueteras’ algunos temas que les preocupan, esta semana, en las instalaciones de Aspace Coruña, en Sada. / IAGO LÓPEZ

“Aparte de las cuestiones que a ellas les puedan preocupar, también queremos acercarles temas sociales que consideramos importantes, como la violencia de género, todos los tipos de maltrato, el abuso sexual... Creemos que son temas que a lo mejor a ellas no les preocupan por desconocimiento, de ahí nuestro interés en darlos a conocer dentro del programa de esta actividad de ‘Las Mosqueteras’”, refiere Verónica, la trabajadora social.

Interviene Virginia para reconocer que ella desconoce qué es violencia de género. Sentada a su lado, asegura Chon que ella sí lo sabe. Le cuesta explicarlo.

Aprender a decir 'no'

Necesitan ese tipo de habilidades, y darse cuenta de las cosas porque ellas, muchas veces, al desconocer, por ejemplo, qué es el abuso, no lo ven. Al igual que, en otras ocasiones, tampoco son conscientes de que lo que están haciendo ellas mismas quizás no es lo apropiado”, explica Coral, la psicóloga, quien hace hincapié en la importancia de “enseñarles a distinguir, por ejemplo, qué es abuso de lo que no lo es” y “darles también las habilidades para que aprendan a decir que no”. “Todas están tan acostumbradas a que las ayuden en lo cotidiano (asearse, vestirse, etc.) que a veces les da reparo decir ‘oye, esto no me gusta así’, o ‘házmelo de otra manera, porque de la forma en que me lo haces no me encuentro cómoda’. Les parece que la otra persona se lo va a tomar mal, y tienen miedo a veces de hablar las cosas, de ahí la importancia de darles las habilidades para que sean capaces de hacerlo”, reitera.

Begoña García, integrante de 'Las Mosqueteras' de Aspace Coruña.

Begoña García, integrante de 'Las Mosqueteras' de Aspace Coruña. / Iago López

“Aquí siempre podemos hablar cosas que en casa no las hablamos por pudor”

Begoña García

— Integrante de 'Las Mosqueteras' de Aspace COruña

“Coral y yo tenemos muy claro que hay que partir de un nivel bajo”, subraya Verónica, su compañera. “En temas de sexualidad, por ejemplo, empezar hablando de afectividad, de relaciones entre iguales, de amistad, de aprender a poner límites... Tenemos que ir poco a poco”, reconoce la trabajadora social.

Partiendo de esa premisa han diseñado las profesionales de Aspace Coruña el programa de la actividad, con los diferentes temas que abordarán en las sesiones. El conocimiento del propio cuerpo, la regla y la menopausia; la publicidad sexista; los mitos del amor romántico; la sexualidad femenina; la amistad-apoyo; y la historia del feminismo y del 8-M son parte del ‘temario’ que Verónica y Coral acercarán a las mosqueteras en los encuentros. En algunos casos, haciendo uso también de vídeos explicativos. Una idea que han exportado de la formación previa que recibieron por parte de la Cooperativa A Morada donde, por ejemplo, “se tocó el tema del machismo a través de Disney”.

Nos pusieron un cortometraje de Disney y las chicas alucinaron. Les llamó mucho la atención, por ejemplo, que a las mujeres que hablaban demasiado les llamasen ‘locas”, apunta Coral, la psicóloga, a lo que María José, desde la otra punta de la sala, agrega: “El hombre siempre es el que tiene la parte activa, el fuerte, el que salva... En Blancanieves y los siete enanitos, por ejemplo, ella se quedaba en casa y ellos se iban a trabajar”. Mientras María José argumenta, Chon asiente con la cabeza. La mayoría cree que “todas esas películas” son “un poco machistas en general”.

Alicia Martínez, integrante de 'Las Mosqueteras' de Aspace Coruña.

Alicia Martínez, integrante de 'Las Mosqueteras' de Aspace Coruña. / Iago López

"Este grupo es un espacio para ayudarnos, y para reírnos también"

Alicia Martínez

— Integrante del grupo 'Las Mosqueteras' de Aspace Coruña

“El objetivo es que se vayan fijando también, en el día a día, en todos aquellos ‘micromachismos’ que existen”, indica Coral, la psicóloga. “Yo misma les he comentado a ellas que, después de que las compañeras de la Cooperativa A Morada nos diesen formación, fui consciente de pequeños ‘micromachismos’ que están muy presentes en la sociedad, y en los que quizás no había reparado. Por ejemplo, en una noticia sobre la guerra de Ucrania, se informaba sobre la muerte de una pareja y, mientras a él se lo citaban con su nombre, de ella simplemente se decía que era ‘ su pareja’. Como si no fuese nadie”, detalla, para incidir en la importancia de la formación, que a ‘Las Mosqueteras’ de Aspace Coruña les ha “ayudado a darse cuenta” de “todas aquellas cosas que pasan a diario” y que “vemos como algo normal”.

Machismo

“Hay mucho machismo”, interviene, rotunda, Chus. “Por ejemplo, cuando vamos al médico, a nosotras no nos preguntan nada. Solo se dirigen a la persona que nos acompaña, como si no existiésemos”, lamenta, contrariada. La mayoría de sus compañeras le da la razón.

“Pero eso es algo que pasa tanto con mujeres, como con hombres con discapacidad, ¿no?”, les plantea Verónica, la trabajadora social.

“A todos no. A las personas que estamos en silla en ruedas nos pasa más, igual que a las que utilizan andador”, considera Chus.

Participa de nuevo María José, en este punto, para aportar su visión sobre el machismo y recordar que “el mundo de la maternidad es de las mujeres”. “Las que se encargan de los bebés y de los niños, normalmente, son las madres”, señala esta mosquetera, para hacer hincapié en que “eso también es machismo”.

Gisela Galeiras, integrante de 'Las Mosqueteras' de Aspace Coruña.

Gisela Galeiras, integrante de 'Las Mosqueteras' de Aspace Coruña. / Iago López

Salud de la mujer

La conversación les lleva, de nuevo, al tema de la salud. Algunas mosqueteras reconocen que nunca han ido al ginecólogo, ni siquiera para hacerse una revisión. Pilar, la más veterana, de 73 años, “recién cumplidos”, es una de ellas, aunque asegura sí se lo plantea, “para saber lo que es”. “Te aconsejo que vayas, eh”, le interpela una de sus compañeras.

Aquí ha habido mujeres que han ido al ginecólogo, por primera vez, con más de 70 años. Imagínate lo traumático que puede ser eso”, comenta Verónica, la trabajadora social.

María José Francos, integrante de 'Las Mosqueteras' de Aspace Coruña.

María José Francos, integrante de 'Las Mosqueteras' de Aspace Coruña. / Iago López

Sí ha visitado a ese especialista María José, porque la regla le “dolía mucho”, y le dieron “la píldora”. También Alicia, quien ha ido “a revisiones”. “La primera vez, estaba muy nerviosa, porque además me explicaron que iban a usar un aparato para verme por dentro, pero me acompañaba mi madre y, en cuanto ella me cogió de la mano, ya me tranquilicé”, comenta esta mosquetera, antes de exponer una reivindicación a la que se unen buena parte de sus compañeras. Y es que “la gran mayoría de las consultas de los médicos no están adaptadas para las personas con discapacidad”. “Subir y colocarse en la camilla es muy complicado para nosotras”, resaltan.

Llega la hora de comer en Aspace Coruña y la sesión toca a su fin. En unas pocas semanas, este grupo de mujeres diversas, libres y empoderadas volverá a reunirse. Hablarán de sus cosas. Expondrán sus inquietudes, sus dudas y sus miedos. También se reirán (mucho). Se conocerán un poco más. Harán más piña. Y seguirán poniendo su granito de arena para conseguir la igualdad real. Una para todas y todas para una.

Falta de información, aislamiento y carencia de intimidad hacen más vulnerables a las mujeres con discapacidad

Los informes de la Fundación Cermi (Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad) Mujeres y las encuestas que realiza el Gobierno ponen de manifiesto una preocupante realidad, y es que “las mujeres con discapacidad sufren más violencia de género que el resto”. Además, “tienen más dificultades a la hora de poder acceder a determinadas informaciones”, como puede ser la educación sexual, y “escasas oportunidades sociales”; sufren “más aislamiento y carencia de intimidad”; y tienen “un mayor desconocimiento de su cuerpo”. Todo ello, alertan desde Cermi Mujeres, les genera “sentimientos de baja autoestima y situaciones de vulnerabilidad” que “pueden derivar en abusos sexuales y violencia”.

En el actual contexto social, además, los medios de comunicación y, sobre todo, las redes sociales, construyen “modelos de cuerpos perfectos”. Unas “exigencias estéticas” que hacen que “muchas personas con discapacidad se sientan fuera de esos paradigmas”, dando lugar a que “piensen que sus cuerpos no son normativos” y a que, a consecuencia de ello, “interioricen que no son deseables, sino asexuados y sin valor”.