Domingos Paciência dejó sin palabras a todos cuando, tras tardar en salir a la rueda de prensa posterior a la derrota contra el Granada, desveló que había estado reunido con el presidente Augusto César Lendoiro y con el director deportivo, que volvería a juntarse con ellos, y que como resultado ponía su cargo a disposición del club para que este hiciera lo que creyera conveniente con él. "Si hay que cambiar, si la solución pasa por mi salida, estoy a disposición del club", aseguró un cabizbajo entrenador. "Voy a pensar sinceramente en lo que voy a hacer a partir de ahora", insistió el portugués. "Seguiré reuniéndome con el presidente y con el director deportivo y tomarán la decisión que crean conveniente. Esta situación no es fácil para nadie, pero yo no estoy preocupado por mí mismo, sino por el Deportivo, que quiero que se salve. Pase lo que pase, cuando salga de aquí, quiero que el Dépor se mantenga", reconoció.

Sobre el partido, Paciência solo pudo decir que estaba "triste". "Encajamos un gol de la forma que lo hicimos en la primera parte -se refiere al tanto en propia puerta de Marchena en el último minuto de la primera parte- y el segundo nada más comenzar la segunda parte acabó con el equipo", analizó. "Hay veces que me quedo triste porque el equipo no jugó bien, pero no es este el caso porque hubo momentos que lo hicimos muy bien. Estoy triste por cómo lo dieron todo los jugadores y no pudo ser. Estoy triste por cómo está la gente -hubo incidente en los alrededores de Riazor nada más terminar el partido contra el Granada-", continuó el entrenador del Deportivo. Además, Paciência no quiso atacar a ninguno de sus pupilos. "Estos son los jugadores que hay y estos son con los que hay que luchar por la permanencia porque ya sé que no existe la opción de fichar a nadie", concluyó el técnico portugués.