El primer partido de la segunda vuelta sirvió para que el Deportivo volviera a sumar después de dos derrotas consecutivas, ante Villarreal y Madrid, pero no disipó las dudas sobre el bajón en el rendimiento del equipo en este inicio de año. Después de la bochornosa eliminación de la Copa del Rey ante el modesto MirandésCopa del ReyMirandés, el conjunto coruñés tenía la oportunidad de mejorar su imagen y volver a ser ese bloque compacto y eficaz que completó una primera mitad de campeonato sensacional. Sin embargo, se vio superado en todo por la Real Sociedad, que no amarró los tres puntos por los paradones de Germán LuxGermán Lux y porque la suerte, en esta ocasión, estuvo del lado del Deportivo.

►Incómodo con y sin balón. El equipo coruñés nunca se acabó de sentir a gusto sobre el césped de Anoeta. Tuvo problemas graves tanto en la fase ofensiva como en la defensiva. En ataque la pareja formada por Luis Alberto y Lucas Pérez estuvo muy desasistida. De hecho, el gol que anotó el gaditano y en el que también intervino el coruñés es producto de un error en cadena de la defensa donostiarra. Al Dépor le faltó fluidez en la circulación y también pausa para tener más posesión. En defensa, también hubo lagunas importantes. La apuesta por cuatro laterales no se tradujo en una mayor seguridad por los costados. Especialmente vulnerable fue el flanco derecho, por el que Laure tuvo muchos problemas para contener a Bruma.

►Demasiados pelotazos desde muy lejos. A falta de fútbol combinativo, el Deportivo recurrió con demasiada frecuencia a la solución fácil de los balonazos en largo, que últimamente se están convirtiendo en una práctica habitual más que en un recurso puntual. Germán Lux golpeó muchas veces desde su área directamente hacia campo contrario en busca de algún compañero que fuera capaz de bajar la pelota, pero en Anoeta no estaba Oriol Riera, el único especialista en ese tipo de juego. También los centrales, sobre todo Alberto Lopo, se deshicieron del balón con envíos en largo en vez de tratar de iniciar las transiciones ofensivas tocando la pelota desde atrás. Ni Mosquera, ni tampoco Álex, supieron cumplir esa función y no fueron capaces de imponerse en el centro del campo.

►Bajón colectivo, pero también individual. Algunos futbolistas que estaban rindiendo a un nivel sobresaliente han bajado sus prestaciones. Por ejemplo, los dos mediocentros, Pedro Moquera y Álex Bergantiños, o el también coruñés Lucas Pérez, que tras siete jornadas consecutivas marcando lleva cuatro sin anotar. En Anoeta el único que brilló fue Lux, salvador del Dépor con sus paradas, sin olvidar algunos detalles de calidad de Luis Alberto.

►Adiós al factor sorpresa. En el primer tercio de Liga el equipo coruñés sorprendía, sobre todo a domicilio, realizando partidos muy prácticos en los que sabía esperar y acababa aprovechando sus oportunidades a la contra. Ahora sus rivales ya lo conocen bien y eso hace que el Dépor tenga más problemas para correr y buscar los espacios. El gol en Anoeta llegó así, a la carrera, pero fue producto de una sucesión de errores de la defensa.