Los residentes en el entorno siempre han solicitado un muro de hormigón para separar los carriles en la Nacional VI a la altura de la curva de Biona pero la Dirección General de Tráfico ha optado por otro tipo de medida, económica: instalará un radar para controlar la velocidad, que limitará a 60 kilómetros por hora. Este nuevo radar se instalará el próximo jueves día 17 en el punto kilométrico 8,33, en el entorno de la fábrica de piensos Biona/Núter. El objetivo de esta medida es que los vehículos reduzcan la velocidad en un trabajo de bajada en el que habitualmente circulan con gran rapidez.

Ésta medida se suma a otras muchas que ha puesto en marcha desde el año pasado Tráfico y el Ministerio de Fomento con el fin de reducir la siniestralidad en este tramo de la N-VI porque la obra de ampliación de calzada y reducción del radio de la curva que se llevó a cabo cuando se amplió toda la vía hasta O Carballo supuso una mejora en la seguridad pero no rebajó el número de siniestros.

Al contrario, un día del pasado mes de octubre, por ejemplo, se registraron tres accidentes seguidos en este punto. El año pasado también se produjeron numerosas colisiones, salidas de vía y choques contra viviendas al borde de la carretera tras cruzar varios carriles.

Las Administraciones han tomado distintas medidas para reducir los siniestros. En marzo de 2015 se cambiaron las señales de 80 kilómetros por hora por unas de 70, también para bajar la velocidad en este tramo de la curva de Biona. También se colocaron nuevos pivotes delante de las fachadas de las casas para ampararlas más en caso de colisión y se pintaron señales en el asfalto para indicar a los conductores las direcciones de cada carril, además de pintar una doble línea continua entre ellos.

Dos meses después, en mayo, el Ministerio de Fomento instaló también un separador de carriles a lo largo de veinte metros para diferenciar el tráfico del paso elevado en dirección a A Coruña del que se dirige a la Costa da Tapia.

La curva de Biona fue durante muchos años uno de los mayores puntos negros de accidentes, incluso mortales. En 2013 se registraron seis y en 2014 fueron ocho, contando solo los que tuvieron heridos (sin tener en cuenta los choques solo con daños materiales) y que requirieron por lo tanto de atestado de la Guardia Civil de Tráfico.