Decenas de aficionados procedentes de Asturias, Barcelona, Madrid, Castilla León o Cataluña, además de distintas localidades de Galicia, han visitado Santa Cruz desde el pasado miércoles para observar a una auténtica rareza en el mundo de los observadores de aves: un sterna forsteri, un charrán de Forster que vive en el continente americano.

La presencia de esta especie ha causado conmoción porque es solo la tercera vez en la historia que se observa una en Galicia y la octava en España según apuntan los ornitólogos.

Antonio López Porto, ornitólogo que sigue habitualmente las gaviotas que descansan en la zona y que realiza un control de las que están anilladas, fue el primer que avistó este tipo de charrán y lo retrató, momento a partir del que las redes sociales no pararon de compartir la noticia y felicitar al que lo descubrió. Blogs como el de Antonio Sandoval o el de Fernando Pereiras y páginas de Facebook de otros ornitólogos y aficionados se han llenado estos días de primeros planos de esta pequeña ave que se alimenta de peces sumergiéndose en el mar y caza insectos al vuelo.

"Tucho, Antonio López, me mandó las fotos, no estaba seguro de si sería porque ya había poca luz. Yo las vía al día siguiente por la mañana, al abrir mi correo, y pegué un grito. Es un ave bastante rara en todo el continente europeo. Una ocasión así, la aprovechan todos los ornitólogos. Unos catalanes vinieron a propósito ayer pero ya no estaba. Pero estos días han venido unas ochenta personas o así, el viernes pasado estaba Santa Cruz lleno", cuenta Xabier Varela, miembro de la Sociedade Ornitolóxica Galega y Hábitat. El avistamiento de López ya ha sido certificado por el comité de rarezas.

Varela también se fue a Santa Cruz tan pronto tuvo noticia del avistamiento de esta ave de la familia de la golondrina de mar, y que es capaz de cruzar océanos.

El seguimiento intensivo de estos últimos días permitió a los ornitólogos establecer el patrón de este charrán del que solo se sabe que es un adulto. "Se alimenta en la zona de O Burgo, en la bocana del estuario y en la playa de Santa Cristina. Ahí también descansa en las boyas y en Santa Cruz viene por la tarde a pescar. No sabemos dónde duerme", explica Varela, quien señala que habrá que esperar a ver si aparece o no para determinar si se quedará a pasar el invierno en la comarca.

Este ornitólogo apunta que quizá el temporal pasado llevó a esta ave hasta nuestras costas, o fue desviado por los huracanes que ahora pasan por centroamérica.

Grandes ópticas y cámaras fotográficas e incluso telescopios, llenaron Santa Cristina y Santa Cruz desde la pasada semana, lo que repercutió en la hostelería.

"En estas dos zonas hubo mucho alquiler de habitaciones, hubo ambiente en los restaurantes y cafés, se brindó con cañas en los bares por el avistamiento... El avistamiento de aves ayuda a conciencia a la gente en su protección y también es bueno para la economía local", destaca Xabier Varela.