Cruzar de un lado a otro de la Avenida das Mariñas (la antigua Nacional VI a su paso por Perillo) puede ser todo un reto. Entre la pasarela que hay junto al radar fijo que hay en la entrada de Perillo hasta el límite con Cambre, que son dos kilómetros de distancia, hay solo un paso habilitado para los peatones, que es el que hay en el cruce de Sol y Mar (a la altura de la calle de O Areal). Se trata de un paso muy utilizado por los vecinos ante la falta de alternativas en la zona. Ayer en apenas diez minutos, sobre las 13.00 horas, cruzaron por este punto un total de 28 personas. Una cifra nada desdeñable.

Otros muchos optan por atravesar la carretera de forma irregular. Es bastante habitual verlo en el tramo de los concesionarios, donde los viandantes aprovechan la pequeña mediana existente para parar y atravesar el otro sentido de la circulación. El Ministerio de Fomento, titular de la Avenida das Mariñas, ya tiene en marcha el proceso de licitación para instalar dos pasarelas peatonales con ascensor en el tramo de los concesionarios. El Concello de Oleiros se encargará del mantenimiento.

El propio departamento estatal reconoció que existe "una demanda de cruces de peatones importante" en esta carretera, en la que se registra una importante intensidad de tráfico. Actualmente entre el puente de A Pasaxe y O Seixal existen tres puntos por los que cruzar la antigua Nacional VI: la pasarela que hay junto al radar fijo (justo tras pasar el puente de A Pasaxe), el paso de cebra de Sol y Mar y una pasarela peatonal que hay ubicada en O Graxal, ya en Cambre. En el medio también hay un viaducto junto a la gasolinera de Repsol, aunque no dispone de aceras. Está diseñado para el tráfico rodado.

El coste de las dos pasarelas que Fomento instalará será de 1.059.714 euros y el plazo de ejecución será de ocho meses. Esta obra obligará a realizar restricciones y cortes de tráfico, que se prevé ejecutar en horario nocturno para no entorpecer el tráfico.

Durante la ejecución de las obras, que se prolongarán durante ocho meses, la mayor parte del tiempo se estrecharán los carriles en ambos sentidos de la circulación, para garantizar su apertura y que no haya atascos en una carretera con una elevada densidad.

Durante ciertas fases constructivas sin embargo será necesario ocupar el carril derecho en cada sentido de la circulación, aunque serán cortes de corta duración. Después, cuando se proceda a instalar la estructura de acero que se habrá montado en un taller, será necesario realizar un corte total del tráfico, que se efectuará en horario nocturno para que afecte menos al tráfico.